El último gran día de feria para las casetas se resumió en una sola frase: ganas de fiesta. Jóvenes, adultos y también de la tercera edad. Nadie quiso perderse la jornada festiva en el ferial y las casetas desprendieron desde primera hora de la tarde alegría, bailes, música y mucha diversión. "Nuestra amiga Montaña se casa el sábado que viene", decía un grupo de amigas que disfrutaban de una despedida de soltera en el ferial. También lo hacían varios jóvenes que, procedentes de Madrid, eligieron la capital cacereña para tal acontecimiento. "Aunque vivamos en Madrid, somos todos de Alía, un municipio cacereño. Estuvimos un año de fiesta aquí y ahora hemos decidido repetir, que se casa Jorge", manifestaron.

Y también los hubo que se dedican a hacer disfrutar al resto de la gente, como en el caso de los animadores, que llegan a hacerse jornadas hasta de catorce horas para mantener el ambiente festivo. "Pero se hace con gusto. Estamos un poco cansados pero nos divertimos muchos", dijeron los de El Redoble, que hacen de esta actividad su forma de vida. "Ahora venimos de Osuna, de Sevilla, y dentro de poco iremos a la feria de Badajoz. Siempre hasta las cinco o las seis de la mañana", explicaron a este periódico.

Otros escogen esta fecha para quedar y juntarse. "Hemos quedado todos para las cañitas en la feria y, después de 600 kilómetros, nadie nos va a parar", explican varios jóvenes que disfrutan de una comida en la caseta. "Uno vive en Barcelona, otro en Madrid, otro en Barcelona, en Bilbao o en Galicia. Pero somos todos de Cáceres", afirmaron. Tampoco fueron pocos los que se acercaron al ferial en el último día grande para disfrutar de una comida con amigos.