Zona alta del pinar de La Garganta, en la carretera de acceso a Candelario. Visitable a cualquier hora. Acceso libre.

La Garganta, municipio situado en la zona más elevada del Valle del Ambroz y el segundo de mayor altitud de Extremadura, conserva entre sus montañas varios pozos de las nieves, curiosos enclaves en los que hasta hace un siglo se guardaba la nieve para conservarla y venderla posteriormente, a la llegada del verano.

La nieve en los pueblos altos comenzó a ser rentable a partir del siglo XVI, cuando se puso de moda el gusto por los helados, sorbetes y bebidas frías. Tras comprobar la importancia de este fenómeno, el Duque de Béjar, señor de estas tierras, levantó los conocidos neveros. La Asociación para el Desarrollo del Valle del Ambroz y el Ayuntamiento de La Garganta han decidido rehabilitar una antigua nevera llamada Corral de los Lobos para que pueda ser visitada por turistas.

Las nieves era trasladadas hasta este lugar en grandes bolos. Una vez que las heladas nocturnas del invierno los endurecían, eran arrojados al pozo y compactados, con una capa de paja trillada que separaba cada metro de altura. Con la llegada del calor, la nieve se transportaba en bestias a Mérida, Plasencia o Zamora aprovechando las noches.

El nevero, de 7 metros de profundidad y paredes de granito, está situado en lo alto del pinar. Tiene una planta elíptica cuyo eje mayor es de 8 metros y el menor de 6,5. En la parte superior del pozo se construía una pequeña cubierta y la puerta de entrada. Gran parte de la historia de estos recintos se encuentra en el Archivo Histórico Nacional.