Mientras sus compañeros de la Selección preparan sobre el terreno el Mundial de Baloncesto, que se celebrará en China del 31 de agosto al 15 de Septiembre, Pau Gasol disfrutó el sábado de una cena aderezada con las dos estrellas Michelín del restaurante cacereño Atrio Relais & Chateaux. Su fractura por estrés navicular en el pie izquierdo le obligó a pasar por el quirófano en mayo, y ahora se recupera para incorporarse a su nuevo equipo en la NBA, los Portland Trail Blazers. Entretanto, y acompañado del fisioterapeuta extremeño Joaquín Juan Sandá, su ángel de la guarda, ha decidido repetir velada en Cáceres y en Atrio, donde ya estuvo hace tiempo.

«Desconocíamos que iba a venir Pau Gasol porque él no hizo directamente la reserva. Nos sorprendió su presencia, pero sobre todo su carácter afable, cercano, encantador... Demuestra máxima altura no solo física, también personal», explicó ayer la directora de Atrio, Carmina Márquez.

Tras su reciente doble boda (en San Francisco y Girona) con la periodista Catherine McDonnell, Pau vuelve solo a tierras extremeñas, donde suele prodigarse en busca de las manos sabias de Joaquín Juan Sandá, natural de Montijo, quien además viaja regularmente a EEUU para trabajar con Gasol y trata a diversas figuras de élite. Pues bien, Pau, Joaquín y la mujer de éste, Eva Moreno, decidieron relajarse el sábado en Atrio, donde el reconocido chef Toño Pérez les preparó uno de sus ‘Menú Mix’, adaptados al gusto personal del comensal, que combina a su vez los menús ‘Cochino’ y ‘Mar y Campo’.

Al finalizar, el pívot no dudó en hacerse una foto con el equipo de Atrio, momento en el que se siguió mostrando «muy próximo y cariñoso». «Es un orgullo tener estrellas tan humanas y cercanas», matizó la directora.