Dehesas, humedales, campos de labor y el Geoparque Villuercas-Ibores-Jara, que alberga algunas de las montañas más antiguas de Europa, con 600 millones de años y con un relieve típicamente apalachense. Ésta es la sugerente oferta de la mayor vía verde de Extremadura, compartida por ambas provincias y con buena parte de su recorrido en el Este cacereño. Aprovecha el trazado de una línea férrea ejecutada a mitad de siglo XX, que nunca llegó a funcionar, y que fue acondicionada como Vía Verde de las Vegas del Guadiana por el Ministerio de Agricultura.

Parte de Logrosán y concluye en Villanueva de la Serena, a través de 56 km., con tres viaductos. Permite disfrutar de nueve espacios protegidos: el Geoparque; los LICs (Lugares de Importancia Comunitaria) de Río Guadiana Alto - Zújar, Dehesas del Ruecas y Cubilar, Río Ruecas Alto, Sierra de Cabezas de Águila y Refugio del Alto de San Blas; y las ZEPAS de los Llanos de Zorita y Embalse de Sierra Brava, Arrozales de Palazuelo y Guadalperales, y Vegas del Ruecas, Cubilar y Moheda Alta (Red Natura 2000). Además, discurre por bellas dehesas y áreas de grullas.

Es competencia de la Junta, pero desde ayuntamientos como Logrosán tratan de conservarla en las mejores condiciones por las oportunidades de turismo y deporte que supone. «De hecho, tiene potencial para ser más transitada, por lo que sugerimos que se haga una mayor promoción, por ejemplo a través de algún evento deportivo que facilite el conocimiento de la misma», explica el alcalde de Logrosán, Juan Carlos Hernández. «La utilizan ciclistas, caballistas, senderistas..., y podrían hacerlo muchas más personas», afirma el primer edil.