El teniente coronel jefe de la Comandancia de la Guardia Civil de Cáceres, José Angel Giro Castro, reiteró ayer sus prioridades en la lucha antiterrorista, contra los incendios forestales y el tráfico de drogas en el acto de juramento de su cargo, cuatro meses después de asumir estas competencias. Además, se comprometió a incrementar la presencia de la Benemérita en la calle y mejorar la relación de la misma con los ciudadanos.
En un un acto puramente castrense y en presencia de decenas de autoridades civiles, militares y eclesiásticas locales y regionales, encabezadas por la delegada del Gobierno, Carmen Pereira, Giro Castro cumplió con la tradición de jurar sobre la Constitución las obligaciones del cargo.
En el discurso que leyó tras el juramento, agradeció la confianza depositada en él para ejercer estas funciones que le han permitido volver a su tierra. Giro Castro es natural de Alburquerque. Expresó su entusiamo en la labor que tiene por delante y aseguró que la desempeñará con "entrega y sacrificio".
AGRADECIMIENTO FAMILIAR Destacó como "fundamental" la colaboración entre las instituciones y los diferentes cuerpos de seguridad del Estado para el servicio que las administraciones deben prestar al ciudadano y velar por su seguridad.
Dedicó un emotivo agradecimiento a su familia, a su mujer y sus dos hijos, de los que dijo sentirse orgulloso por seguir sus pasos --uno en el Ejército y otro en la Guardia Civil--; y a su padre, ya fallecido y también miembro del Cuerpo que estuvo destinado en la comandancia de Cáceres, por "su ejemplo y educación". "Espero que él y la Virgen de la Montaña me guíen para cumplir con dignidad las obligaciones de este cargo", concluyó.
Tras sus palabras, la delegada del Gobierno alabó la actuación de la Guardia Civil en operaciones humanitarias y resaltó su papel garantizando la seguridad de muchas mujeres maltratadas, sobre todo en los pueblos.
El acto finalizó con un homenaje a los que dieron su vida por España, en el que Carmen Pereira y el coronel jefe de la Benemérita en Extremadura, Alejandro Maldonado, depositaron una corona de laureles en el monumento a los caídos de la comandancia, y un breve desfile de varias unidades del Cuerpo.
