Puede asegurarse sin duda que cuando Platón dijo que la política era un oficio noble no pensaba en Martín Tamayo. Y no es que haya opiniones intocables ni personas que merezcan un temor reverencial. Es que la crítica política puede propiciar una alternancia pacífica pero el insulto no se sabe qué puede ocasionar.

Existen ayuntamientos, autonomías y gobiernos regidos por partidos que no tienen mayorías absolutas. Incluso algunos prefieren que no las haya pues a eso le llaman rodillo. Muchas de estas instituciones funcionan razonablemente bien y nadie habla de ingobernabilidad. A no ser que ingobernabilidad se identifique con imposibilidad de llevar a cabo el programa de un partido sin contar con las minorías. En esos casos lo que se pone de manifiesto es la habilidad para propiciar acuerdos y la buena voluntad de los firmantes.

El hecho de que Saponi y su grupo se queden sin un concejal no conduce necesariamente a la ingobernabilidad. Lo que hace es obligarle a negociar acuerdos y pactar una política. Y tiene tres grupos con quien llevarlo a cabo. El mixto, en el que podría incluirse Vela, el socialista y el de IU, y no hay por qué dar por sentado que alguno de ellos carezca de sentido institucional y estén dispuestos a colapsar los acuerdos y mantener a Cáceres en la inopia para desgastar al alcalde.

La ocurrencia de Ibarra le suena a algunos políticos populares a maniobra política. Pues además de una aclaración innecesaria es un elogio. ¿Qué esperaban de un político sino una propuesta política que beneficie a su grupo? ¿Que les invitara a una noche loca? Eso sólo lo ha hecho con Saponi a quien parece haber invitado a dos años de noches locas. Pero además de política la propuesta me parece a mí poco democrática y desautoriza a sus compañeros.

Todos los concejales del PSOE han sido elegidos debido a un programa que se enfrentaba al de Saponi. Quienes les han votado deseaban que se cumpliera ese programa y no el de su rival. ¿Qué pensaría ahora el votante socialista si ese concejal reniega de hecho de su compromiso para apoyar el otro programa? Si se debiera a que el programa de Saponi es mucho mejor que el suyo no solo él debería apoyarlo sino todo el PSOE.

Pero además les está diciendo a sus propios compañeros socialistas que todo lo que han dicho hasta el momento oponiéndose a los proyectos de Saponi es una barbaridad. Quien sabe lo que es necesario hacer en Cáceres es Saponi y no el grupo municipal socialista. ¿La política municipal la marca Ibarra o el grupo municipal y acaso el comité local?

Por otro lado el problema lo crea el grupo popular sin ayuda de nadie. Es su responsabilidad no haber sabido cohesionar y propiciar un abandono. Ellos son quienes están obligados a gestionarlo.

No sé yo si dentro de unos años quedará algún cargo electo socialista en Extremadura. Porque, por un lado, sus concejales apoyan al PP y, por otro, el propio Ibarra se ofrece para ir en las listas populares en los ayuntamientos vascos.

La gobernabilidad en estos momentos depende de la capacidad de diálogo y flexibilidad para llegar a pactos. Saponi y su grupo están llamados a ejercer el poder de otra manera, una manera a la que hasta ahora no estaban acostumbrados pero que puede ser tan fructífera o más para los cacereños.