El gobierno local reiteró ayer en un comunicado que 2015 se cerró con un remanente de tesorería para gastos generales positivo de 2,7 millones, primer cierre con superávit tras 11 de déficit. Para argumentarlo, el gobierno se refirió al contenido del informe de la Intervención municipal sobre la liquidación del presupuesto de 2015. El remanente de tesorería para gastos generales es una magnitud que no solo tiene en cuenta los resultados del último año liquidado, sino también los de los anteriores. Es una radiografía a 31 de diciembre de lo que debe el ayuntamiento, lo que le deben y sus fondos líquidos (para calcular su importe no se contabilizan las deudas --de sentencias, de gastos que se han hecho sin partida presupuestaria...-- pendientes de su aplicación al presupuesto, que al cierre de 2015 ascendían a 5,3 millones).

Con el comunicado, el gobierno respondía a la interpretación hecha por el PSOE del informe de la Intervención sobre el grado de ejecución del plan de saneamiento de 2009. En el mismo, el interventor se refiere a que el remanente líquido de tesorería ajustado --que sí tiene en cuenta la deuda pendiente de aplicar al presupuesto-- era negativo en 3,1 millones. Por eso desde el gobierno se insistió ayer en que hay que diferenciar el remanente de tesorería para gastos generales, positivo en 2,7 millones, del remanente ajustado, una magnitud que no forma parte de la memoria de las cuentas generales, ya que para calcular el remanente de tesorería para gastos generales no se contabiliza la deuda pendiente de aplicar al presupuesto, pero que sí es una magnitud que se tiene en cuenta por Hacienda en la remisión por el ayuntamiento de la liquidación del presupuesto.