El anuncio de impugnación de los presupuestos realizado por el Partido Socialista por, a su juicio, «incumplir el proceso participativo», provocó ayer la reacción del portavoz del gobierno de Cáceres, Rafael Mateos, quien calificó la medida de «obstruccionista» y la definió como «un intento de boicotear la acción de los vecinos, que llevan 20 días realizando aportaciones» al ejercicio presupuestario. Mateos, que compareció ante la prensa tras la celebración de la junta de gobierno local, recriminó a los socialistas «la falta de un modelo de ciudad» al no presentar «ni una sola propuesta» a las cuentas y que no es más que una reacción del portavoz Luis Salaya para «ganar méritos» dado el proceso interno que vive el PSOE con el anuncio de candidatura de Belén Fernández Casero a la secretaría general del PSOE local.

Fue precisamente Fernández la que ayer pidió al gobierno que reconsidere su postura y vuelva a convocar los consejos sectoriales de participación ciudadana puesto que las asociaciones, dijo, «no pueden realizar sus aportaciones sin conocer el estado de gastos». No es esa la intención del PP. Mateos reiteró que el gobierno «sigue su hoja de ruta y el presupuesto no se frena a no ser que un juez lo diga».

El PSOE, sin embargo, no tiene en mente acudir a la vía judicial. De momento planteará en el pleno la impugnación para que el presupuesto se retrotraiga por un plazo de 10 días para que en ese tiempo se convoquen de nuevo los consejos y se vuelvan a realizar las propuestas vecinales.

De otro lado, Podemos criticó que la bajada de impuestos contemplada en el presupuesto se realice con el aumento de las multas de tráfico.

texto: MIGUEL ÁNGEL MUÑOZ