El pleno de la corporación local aprobará esta mañana inicialmente la modificación de las ordenanzas fiscales del agua y el alcantarillado, que conlleva la subida de la tasa de estos dos servicios. Esta aprobación será el segundo paso de los cinco que habrá que dar antes de su entrada en vigor, que como muy pronto será en noviembre. Las ordenanzas saldrán del pleno abiertas a variaciones. El portavoz del gobierno, Valentín Pacheco, reiteró la disposición del ejecutivo a estudiar las alegaciones de los colectivos y asociaciones vecinales que se reunieron con él y otros ediles del gobierno el martes.

Pacheco habló ayer de la subida de la tasa en una tertulia con el resto de portavoces en la Ser. La noche anterior ya se refirió a la posibilidad de estudiar que se introduzcan variaciones. El cambio en concreto, del que se habló en la tertulia y que los colectivos expusieron, fue la corrección de los coeficientes disuasorios de la ordenanza, aprobados en 1996 para gravar consumos altos.

La discusión es si este coeficiente grava lo suficiente a los gastos altos y si no bonifica los consumos bajos, "pretenden que el usuario que gaste menos, pague menos", resumió Pacheco.

"Entiendo que los vecinos se quejen, el tema de los tramos disuasorios se estudiará", explicó Pacheco. El viceportavoz socialista, Miguel López, apoyó que se intente "penalizar más los tramos de grandes consumidores" y elevar las bonificaciones "a los más bajos". La portavoz de IU, Margarita González-Jubete, precisó que el fin de la corrección tiene que ser "proteger a las familias". IU pondrá en marcha una campaña para que los vecinos "exijan", explicó ayer Manuel Cruz, concejal de IU

Jubete recordó que los coeficientes solo bonifican gastos por debajo de 5.000 litros cada dos meses, que pagan un 7% menos, y que es una cantidad que cualquier familia supera.

Ayer y la noche del martes se habló de Portaje, el nuevo abastecimiento, que también podría incidir en la tasa en un futuro.