Tras el susto del pasado viernes, parece que Waechstersbach puede encarrilar su futuro y volver al ambiente de optimismo que respiraba hace escasos días. Responsables de la Delegación del Gobierno de Extremadura realizaron gestiones durante toda la jornada de ayer para intentar superar el bache abierto el 17 de enero, cuando Hacienda se negó a conceder una quita a la planta, es decir, a rebajar una parte de la deuda. El nuevo empresario, Alejandro Rodríguez Carmona, dispuesto a quedarse con la fábrica antes del 30 de abril, está convencido de que no podría seguir adelante con tales premisas.

La planta debe 450.000 euros a Hacienda (74,7 millones de pesetas). El fisco se sitúa como tercer acreedor, tras la Seguridad Social y el Instituto para la Diversificación y el Ahorro Energético. Sin embargo, estos dos organismos públicos parecen decididos a negociar una quita para que la planta, con 90 operarios, pueda solventar su crisis. "Es algo normal en situaciones como la de Waechtersbach", dijo el viernes Carmona, que se mostró dispuesto a pedir el apoyo del delegado del Gobierno, Oscar Baselga. "Siempre me pregunta por la situación, así es que buscaremos su respaldo".

"CREO QUE HABRA SOLUCION"

Y así ha sido. El empresario mantuvo ayer intensos contactos con altos responsables de la institución, quienes, al mismo tiempo, realizaron diversas gestiones que continuarán durante algunos días. "Creo que el asunto podrá solucionarse porque he notado la sensibilidad que despierta en la delegación. Me han transmitido que son consecuentes con el problema y que van a poner toda la carne en el asador", dijo ayer.

El empresario tendrá que cerrar los convenios con los cuatro acreedores extraconcursales antes del 15 de marzo, como fecha límite. Entre ellos se encuentra Hacienda, que el viernes, durante una reunión en la delegación de Badajoz, sólo ofreció la supresión de los recargos e intereses de la deuda, ninguna quita. Carmona alberga ahora nuevas esperanzas.