Los vendedores ambulantes del mercado franco cacereño se muestran reticentes ante el traslado de éste al recinto ferial, tal y como propone el ayuntamiento. Ayer tuvo lugar la primera reunión entre el consistorio y la Asociación Extremeña del Comercio Ambulante, pero de ella no se sacó ninguna conclusión definitiva, por lo que volverán a verse las caras el 18 de noviembre.

Los tenderos, según indicó el presidente de la asociación, Florentino Suárez, se muestran reacios a cualquier cambio de ubicación porque tienen miedo de que el traslado suponga un descenso de la clientela habitual que todos los miércoles va a Ronda de la Pizarra. "Tienen miedo por las opciones que se barajan, porque el ferial está a una distancia de la ciudad mayor que Ronda de la Pizarra y los compradores pueden dejar de ir", señaló el responsable regional de los ambulantes.

CAMBIOS DIFICILES El pasado miércoles los más de 500 vendedores que forman el mercadillo se reunieron en una asamblea para nombrar a cuatro representantes cacereños. Uno de ellos, José Manuel Morán ha vivido todos los cambios que ha sufrido el mercado --desde Camino Llano a El Rodeo y de aquí a Ronda de la Pizarra-- y asegura que han sido difíciles: "donde estamos ahora hemos mejorado mucho por la cercanía con la ciudad y con las estaciones de autobús y tren. Muchas amas de casa de los pueblos vienen a visitarnos todos los miércoles", señaló.

De momento tampoco han pensado en otra alternativa diferente a la del recinto ferial, pero barajan proponer su ubicación en alguna de las nuevas barriadas en las que aún no están todas las viviendas construidas. En cualquier caso, volverán a reunirse entre ellos para analizar con detenimiento los pros y los contras de todas las posibilidades. "Los tenderos saben que el cambio tiene que llegar, lo que quieren es que se haga teniendo en cuenta los intereses de los comerciantes", añadió el responsable ambulante extremeño.

El concejal de Desarrollo Local, Miguel López, recordó que el traslado del mercadillo se hará con el consenso de la mayoría, por lo que además de la opinión de los vendedores habrá que escuchar a los vecinos y a los usuarios. "El ayuntamiento hará lo que diga la mayoría, pero lo que diga un solo grupo no puede bloquear una decisión", dijo el edil, que aseguró que el consistorio está dispuesto a acoger otras posibles ubicaciones siempre y cuando no sean dentro del terreno urbano, porque los vecinos no quieren tenerlo cerca de sus casas.

Nada está decidido, pero Miguel López cree que el traslado al recinto ferial tendrá más ventajas que inconvenientes. Para comprobarlo "los tenderos tienen que ser valientes", concluyó.