Al coronel jefe de Santa Ana, Miguel Angel Gómez de Agüero (1957-Toledo), le apasiona su trabajo en la unidad y así lo evidencia cuando habla de su futuro, de sus instalaciones, de sus cometidos, de sus mandos y soldados... El día 29 cesará en el mando al cumplirse el plazo establecido, pero lo hace convencido de que éste ha sido su destino más importante.

--Llegó en 2008, cuando Santa Ana no tenía fijado el rumbo, y se marcha con la continuidad de la base asegurada desde 2010 como uno de los cuatro centros de formación de tropas...

--Me voy con más tranquilidad, es cierto, pero en realidad llegué tranquilo, sabiendo por entonces que venía el regimiento de ingenieros y que la base también mantendría su función formativa. Me marcho además con el convencimiento de que este centro va a continuar, con más prestigio si cabe, porque formará a toda la infantería y caballería.

--La cuestión es que el Ejército roza ya su tope de plazas, 83.000 efectivos, y de ahora en adelante no serán tantos los soldados de nuevo ingreso. ¿Podría afectar este descenso de algún modo a la base?

--De las 1.000 plazas convocadas en el primer ciclo del 2011, unas 800 son de tropa, y de ellas 491 tendrán la instrucción aquí en el CEFOT 1 a partir de junio. Los demás ciclos lo harán en septiembre, noviembre y enero. Además tenemos los exámenes de cabo y cabo primero, y cursos de seguridad y defensa. La continuidad de la base es segura.

--¿Podrían incorporarse nuevas funciones al acuartelamiento?

--No está previsto, lo que hay es suficiente, incluso estaremos apurados, con mucho trabajo.

--El protocolo para incrementar la base de cara a la llegada de los ingenieros expiró en diciembre, pero nadie ha dado por descartados sus objetivos. ¿Convendría una ampliación?

--Podría hacerse, pero ahora no parece necesaria. El CEFOT 1 tiene mucho prestigio, probablemente es el centro de formación de tropas con más prestigio de España, y sus instalaciones son más que suficientes para los alumnos. De hecho, creo que el Ejército lo ha escogido por ello en su reestructuración.

--Durante su mandato se han realizado varias reformas: nuevas conducciones de agua, externalización de la cocina, mejoras de las galerías de tiro y de las aulas... ¿Pero qué le ha aportado la base a usted después de 30 años de carrera?

--Bastante. Ha sido el cometido más importante que he tenido y quizás que voy a tener, porque los destinos de mando son muy pocos en cada promoción y he disfrutado de la gran suerte de que me asignasen éste, uno de los de mayor categoría. Me he encontrado absolutamente satisfecho, integrado y encantado con el trato de la gente de Cáceres. Lo echaré de menos.