La simbiosis Womad y casco viejo volvió a funcionar. Si el jueves el festival consiguió convocar sólo en la plaza Mayor a más de 20.000 personas, ayer la cifra desbordó el corazón de la ciudad: más de 25.000 espectadores, según datos facilitados por la policía local a las 22.30.

Una auténtica masa humana llenaba todas las vías de acceso a la plaza y, al cierre de esta edición, la afluencia a la zona no había parado. A pesar de ello, no se registraron graves incidentes más allá de mareos y cortes leves, desalojos en algunas zonas verdes, levantamiento de puestos de venta callejeros sin permiso --casi una decena-- y leves retenciones de tráfico en el centro.

La organización, en boca de la representante de Womad, Dania Dévora, se mostraba ayer exultante por el resultado de la nueva cita multiétnica. "Estamos felices, anoche --por el jueves-- fue un éxito tremendo y se lo debemos a la ciudad de Cáceres. El público ha dado la razón de que quiere este festival", declaró.

Más allá de la valoración oficial, la respuesta al regreso del festival al casco viejo se veía en la calle. El brasileño Chico César, con su coleta cardada y estética africana, ofreció la actuación más multitudinaria con la que concluyeron los conciertos en la plaza. Antes, sobre el mismo escenario se sucedieron el reggae indio de Apache Indian, la tradición inglesa de Jim Moray o la africana de Yelemba D´Abidjan.

El cóctel de sonidos del mundo se repitió en los otros tres escenarios del Womad a lo largo de todo el día. En el Gran Teatro, la cantaora Carmen Linares se reencontró con el público cacereño --actuó en noviembre--, que completó el aforo y al que arrancó una sonora ovación.

DEBATE DEL TRASLADO La segunda jornada del Womad, y última oficial, concluyó con un balance optimista, aunque a muchos decepcionó que no siguiera hoy. "Es como si nos dejaran con la miel en los labios", lamentaba Alicia Ginés, de Almería.

También la jornada dejó en el aire el debate de su posible traslado el próximo año a un nuevo recinto: El Cuartillo de la diputación, en la carretera de Trujillo, según adelantó ayer este diario.

Aunque parecía existir ya un acuerdo institucional al respecto, el director del Consorcio del Gran Teatro, Isidro Timón, negó ayer este extremo. Aseguró que no se había producido ningún encuentro de sus miembros, aunque confirmó que este recinto se sopesó en el pasado como El Príncipe o El Rodeo. Explicó que no se hablará de traslado hasta que no se valore el resultado del formato de este año.

El pasacalles y los conciertos alternativos, en el Corral (Tomasito y Funkensteins), Aldana (el maratón musical de Amigos del Womad) y Boccaccio (macroconcierto desde las 17.00), pondrán hoy el punto y final.