Alzapiernas vuelve a reanudar las tareas para instalar las escaleras mecánicas y con ello reactiva las quejas del comercio, que lamenta ya una situación «insostenible». Los negocios afectados de forma directa manifiestan su hartazgo a causa de una obra y claman porque concluya cuanto antes. En ese sentido, critican la caída en ventas desde que se iniciaron los trabajos y se cortó el acceso a la calle. «Llevamos ya meses de pérdidas, tememos perder nuestro empleo», anota un trabajador de la tienda de souvenirs Mateos Rebollo, que comparte fachada con la bajada de la calle y critica cómo afectan las obras de manera directa a sus instalaciones. En los mismos términos se expresa Juan Manuel Fragoso, de La esencia extremeña, un restaurante en plena subida y al que ahora hay que acceder por la calle Parras, ayer cortada al tráfico por la reanudación de las obras.

El hostelero ya anunció su intención de recurrir a los tribunales por daños y perjuicios, tal y como publicó este diario hace unas semanas. «No entra nadie, estamos mi mujer y yo, con lo que entra no puedo contratar a nadie, vengo por no estar en casa», lamenta y denuncia que el acceso temporal que le han instalado no pone fin al problema. «La rampa tiene un 33% de pendiente y no tiene que superar el 8% según la norma de accesibilidad, eso es ilegal», pone de manifiesto. «Ojalá hubieran dejado la calle como estaba», anota.

Al respecto ya se pronunció el portavoz del equipo de Gobierno, Andrés Licerán, hace unas semanas y avanzó que el ayuntamiento trabaja en una «fórmula» para compensar a los negocios que han sufrido las consecuencias de que la obra se prolongue en el tiempo. «Vamos a intentar tener la máxima sensibilidad con este tema para que, si se ha perdido dinero en la ejecución de una obra pública, pueda compensarse», apuntó. Del mismo modo, pidió «diligencia» a la empresa que ejecuta las tareas para que se respeten los plazos previstos. «Vamos a estar muy encima de la ejecución de la obra y en contacto en todo momento con los comerciantes y los vecinos para intentar que se acabe cuanto antes y que tenga el menor número de problemas posibles»

En la misma línea, el comercio reprocha una falta una comunicación más fluida con el ayuntamiento sobre la evolución de las obras y los plazos de finalización. La estimación es que finalmente concluyan a finales de verano. La obra arrancó en enero y tenía previsto concluir en abril pero desde sus inicios ha acumulado polémicas y retrasos. Meses después se paralizaron las obras por orden de la administración después de que se hallaran restos arqueológicos. Este parón fue acompañado por otro motivado por eventos con gran afluencia como Womad y Semana Santa durante los que se instaló una pasarela provisional. En todo este tiempo, el proyecto inicial ha sufrido modificaciones y las escaleras mecánicas contempladas para evitar toda la pendiente solo se instalarán en un tramo determinado.