El trasvase del Almonte funciona permanentemente desde agosto. La falta de lluvia continua hace imposible desconectar la captación complementaria de agua para evitar el descenso de la cota del embalse, que ahora se encuentra al 70% de su capacidad, y garantizar al máximo el abastecimiento a los cacereños. Así, según confirmó a este diario Gerardo Díaz, gerente de Canal de Isabel II, concesionaria del servicio de abastecimiento, todo el agua que consume la ciudad a diario, unos 33.000 metros cúbicos, es la que se entra del Almonte al Guadiloba. Este dato y el hecho de que lleve en funcionamiento sin parar siete meses revelan la casi total dependencia que tiene el abastecimiento de agua de la ciudad de esta captación supletoria, en funcionamiento desde agosto de 1992. "El trasvase sólo se para cuando el embalse está como mínimo al 90%", aseguró Díaz.

BAJA LA COTA DEL ALCANTARA Los casi cinco meses de sequía que arrastra la región no afectan, de momento, al suministro de agua a la ciudad. Sin embargo, la ausencia de precipitaciones, a pesar del respiro que pueden suponer las lluvias anunciadas para este fin de semana --ayer cayeron las primeras gotas--, provoca ya cierta inquietud.

De hecho, la cota del Alcántara, en cuya cola se sitúa el trasvase al Guadiloba, está llegando al límite para que afecte a la captación, según fuentes de Iberdrola, concesionaria de la explotación del Alcántara. Estas mismas fuentes calificaron la situación actual de "preocupante, pero no de alarmante, por ahora".

Ayer, la cota del Alcántara (la altura del agua contenida) se situaba en 197 metros. La cota mínima o límite, según fuentes de Iberdrola, para que afecte al trasvase es de 195 metros.

El trasvase al Guadiloba coge el agua en la cota 193,5 metros, pero desde la cota 194,5 "ya existen problemas para el bombeo", explicaron las mismas fuentes. En enero del 2002, coincidiendo con una ola de frío y de escasez de lluvias, se estuvo por debajo de la cota 193,5 y durante varios días no se pudo trasvasar agua hasta el pantano del Guadiloba.

Al embalse cacereño no entra agua de su cuenca desde octubre del año pasado, con las últimas lluvias torrenciales. Gerardo Díaz aclaró que esta situación no es excepcional, ya que las aportaciones al pantano --al margen del trasvase-- suelen ser muy irregulares y escasas: "Sólo cuando llueve intensa y continuamente". De momento, "no hay problemas", aseguró Díaz. "Sería una situación difícil --añadió-- si llegáramos al 50%, pero con el agua actual tendríamos garantizado el abastecimiento para un año o año y medio".