La Guardia Civil desarticula una banda especializada en atracos a centros escolares. La operación se ha saldado con once detenidos, siete de ellos españoles, tres marroquíes y un rumano (de los españoles dos tenían residencia en municipios de la provincia de Cáceres y otros tres en la de Badajoz). De los centros se llevaron ordenadores portátiles, cámaras, teléfonos móviles, monitores con CPU integrada, televisores y tablets; todo valorado en más de 500.000 euros. El material lo vendían después en Marruecos.

La investigación comenzó tras la denuncia de un robo en el instituto Los Barruecos de Malpartida de Cáceres, de donde se llevaron 200 ordenadores portátiles. Pero a la banda se le imputan otros 29 robos más que perpetraron tanto en la región como en León, Lugo, Córdoba, Teruel, Valladolid, Burgos, Guadalajara y Toledo. Se investiga todavía si son los autores de más atracos en otros centros escolares españoles.

En la provincia cacereña lograron acceder, además de al de Malpartida, a colegios e institutos de Serradilla, Casatejada, Talayuela, Torrejoncillo y Miramonte. En la de Badajoz robaron en Garbayuela (de donde se llevaron también 6.000 euros del ayuntamiento), Guadiana del Caudillo, Hornachos y Siruela.

La banda tenía perfectamente estructurado el trabajo. Estaba capitaneada por un matrimonio de nacionalidad marroquí que residía en Fuenlabrada. Ellos pagaban a otras personas que eran las encargadas de atracar los centros educativos. Antes de perpetrar el robo hacían vigilancias en los colegios e institutos para comprobar los sistemas de seguridad y las horas en las que tenían presencia policial. Los atracos los realizaban siempre de noche y en días festivos. Para entrar forzaban la cerradura con una llave inglesa y un martillo. Después accedían hasta el departamento del bedel para coger las llaves de las aulas y campar a sus anchas por las instalaciones.

GUARDADO EN FUENLABRADA Todo el material lo llevaban a Fuenlabrada, donde el cabecilla les pagaba por el trabajo y lo guardaba en un garaje de esa localidad, pero que no tenía vinculación alguna con los domicilios de los miembros de la organización. Una vez conseguido el material el jefe de la banda se encargaba de trasladarlo hasta Tánger por Málaga. El objetivo era vender lo robado en el mercado marroquí. Han logrado desprenderse de gran parte de lo sustraído. En los registros domiciliarios solo se han encontrado 63 ordenadores portátiles (se calcula que han podido vender más de un millar), 19 teléfonos móviles, cinco cámaras fotográficas, tres televisores y dos tablets.

La operación, presentada ayer por el teniente coronel de la Guardia Civil, Laureano Martín Velasco y por la Delegada del Gobierno, Cristina Herrera, ha sido desarrollada por la Unidad Orgánica de la Policía Judicial de la comandancia de Cáceres y por la Unidad de Seguridad Ciudadana de Madrid. Entre el material recuperado destacan 27 ordenadores con el logotipo de Castilla la Mancha y el nombre del alumno que lo tenía asignado en clase. Todos fueron sustraídos la madrugada del Viernes Santo. De Cáceres solo se ha logrado recuperar una cámara fotográfica robada del instituto de Malpartida.