Los rostros de 234 guardias civiles asesinados por ETA, 9 de ellos extremeños, miran desde ayer a los cacereños en la exposición La Guardia Civil frente al terrorismo. Por la libertad, por las víctimas que acoge la sala Capitol. Cada una de esas caras son la expresión descarnada del significado que ha tenido en los últimos 30 años y todavía tiene este cuerpo de seguridad del Estado como víctima y combatiente del terrorismo.

Esa doble dimensión es uno de los aspectos en los que se hace hincapié en los actos programados en Cáceres para la celebración de la patrona de la Benemérita, la Virgen del Pilar, con los que se pretende dar a conocer a los ciudadanos.

"Tenemos una deuda de gratitud con todas estas personas, los muertos y sus familias, que lo dejan todo a un lado por el servicio a la libertad y a la democracia". Con esas palabras resumió la presidenta de la Fundación Víctimas del Terrorismo, Mayte Pagazaurtundúa, el objetivo final de la exposición sobre las víctimas y del resto de los actos.

La presidenta de este colectivo asistió a la inauguración de la muestra que acoge la sala Capitol de Caja Duero junto al director general de la Guardia Civil, Carlos Gómez Arruche, y el vicepresidente de la Junta de Extremadura, Ignacio Sánchez Amor, entre otras autoridades.

VIVENCIA PERSONAL Pagazaurtundúa habló por propia experiencia. La Guardia Civil desarticuló un comando etarra que iba a atentar contra su hermano Joseba en 1994. La banda consiguió su objetivo en 2003. Su hermano, jefe de la policía local de Andoain, falleció por una bomba lapa. "Gracias a ellos mi hermano tuvo 9 años más de vida", dijo. También recordó a los agentes que la escoltan desde hace cinco años, "dejando lejos a sus familias y amigos para cuidar de mí y de mi familia", informa Efe.

"Cualquier persona que se acerque a ver esta exposición --auguró--, salvo que tenga el corazón reducido a cenizas, se emocionará al ver todo lo que engloba, y nos ayudará, de alguna manera, a aprobar la asignatura pendiente que en algunas ocasiones la sociedad ha mantenido con las víctimas y sus familiares". También destacó que contra el terrorismo sólo cabe la justicia y la salvaguarda de los valores democráticos.

Por su parte, el director de la Guardia Civil declaró que esta exposición, que ha pasado por otras ciudades españolas, es el "altavoz del silencio de quienes han sido capaces de darlo todo, lo que de alguna forma debe posibilitar que no caigan en el olvido". Gómez Arruche aseguró que "el terrorismo va a ser derrotado por la ley".

BOMBAS Y ARMAS Además de la fotos de los agentes muertos a manos de ETA, la lista de sus nombres y de otros civiles del casi millar de víctimas de la banda terrorista, la muestra ofrece un amplio repaso por la trayectoria sangrienta de ETA y de su lucha en paneles informativos, proyecciones y documentación virtual.

Una reproducción del zulo donde estuvo secuestrado el funcionario de prisiones Ortega Lara casi 900 días, una bomba lapa, armas requisadas a ETA o una olla con explosivos, forman parte igualmente de este museo ocasional de la "sinrazón".

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