Hace una semana que se incorporó a la comandancia de la Guardia Civil de Cáceres con un reto: Conseguir mantener las estadísticas para que Cáceres siga siendo la provincia más segura de España. José Andrés Campón (52 años) regresa a la ciudad donde nació y donde vivió parte de su vida (estudió en el Diocesano y en la Universidad Laboral) para sustituir a María Jesús Pascual, que ocupaba el puesto como interina. Antes, Campón ha pasado por las comandancias de Álava y Almería. Su último destino fue Mérida, donde trabajó en la escuela de tráfico, en la que ha desarrollado la mayor parte de su carrera. Aquí ha tenido la oportunidad además de dar rienda suelta a su otra inquietud, la escritura, desarrollando manuales sobre tráfico.

-Asume la seguridad de su ciudad y su provincia…

-La provincia es la segunda más extensa de España, tenemos en nuestra demarcación más de 275.000 personas, una cifra importante, y nosotros somos los responsables de su seguridad ciudadana y de otros servicios.

-¿Cuál es su principal reto?

-Integrarme como uno más y que el sistema que tenemos siga funcionando como hasta ahora. Lo que me planteo es mantener los altos niveles de seguridad que nos han permitido ser la provincia más segura de España. He venido a empatar, porque funcionan bien las cosas.

-¿Qué necesidades tiene la comandancia?

-El número de guardias civiles es proporcional a lo que se establece la dirección general para toda España. Es verdad que todas las administraciones tenemos problemas de recursos humanos pero quiero incidir en que tenemos que realizar un esfuerzo en la planificación y en la eficiencia en el empleo de esos recursos humanos. Por eso, siempre que podamos utilizar medios materiales y nuevas tecnologías que nos permitan conseguir los mismos resultados con un menor empleo de recursos humanos, se va a dar prioridad a su incorporación.

-¿Se ha incorporado algún medio nuevo?

-Las tecnologías las tenemos todos. Estamos implicados en reducir el papel, en mejorar la digitalización tanto en el ámbito externo como en el interno. En el externo nos permitirá mejorar la calidad en la atención y los tiempos.

-¿Cómo decide hacerse guardia civil?

-La curiosidad por la Guardia Civil me viene desde pequeño. Mi padre era funcionario de prisiones y entonces los guardias civiles estaban con sus capas y sus tricornios en las puertas de esos centros penitenciarios. De hecho mi adolescencia prácticamente la viví en el centro penitenciario Cáceres II. El contacto con la Guardia Civil era diario.

-Viene de la Escuela de Tráfico de Mérida. ¿Se plantea algún cambio en ese sector en Cáceres?

-El subsector de tráfico tiene el mismo problema que tiene la comandancia, que es la segunda provincia más extensa de España, pero afortunadamente no existen problemas de tráfico. Hay que intentar actuar con prudencia, teniendo claro que hay que trabajar en mejorar la asistencia al ciudadano y en la eficiencia de los recursos, pero no existen varitas mágicas. La meta es hacerlo como se hace hasta ahora añadiendo mejoras tecnológicas, eso redundará en que tengamos menos carga interna y que podamos dedicar ese tiempo a los ciudadanos, que es realmente nuestra misión.

-¿Cuáles son los delitos que más cometemos los cacereños?

-No cometemos muchos. Afortunadamente somos una sociedad segura. Pero es cierto que hay algunos delitos que, aunque no sean frecuentes, sí son prioritarios: la violencia de género y los malos tratos en el ámbito familiar. También los delitos contra la propiedad y el patrimonio, a los que muchas veces no se les da importancia pero que a la víctima, la persona que los sufre, le resulta importante, y todos los problemas derivados de la puesta en marcha del comercio electrónico y de internet.

-Esto último ha obligado a cambiar la manera de investigar…

-Sí. Uno de los mayores potenciales que tenemos es el buen trabajo de las unidades de investigación, eso nos permite tener un alto porcentaje de delitos esclarecidos. No solo es que seamos la provincia más segura sino que el nivel de esclarecimiento está por encima del 80% en términos globales.

-Han aumentado las operaciones contra la droga. ¿Se consume más ahora?

-Lo que estamos detectando es que, en lugar de traficar con droga que se cultiva en el extranjero, cada vez existe más autocultivo, por eso aumenta el número de intervenciones. Las encuestas que se realizan en cuanto al consumo a nivel sociológico dicen que no existe una alarma en cuanto al consumo.

-¿Hay alguna operación importante en marcha?

-Líneas de investigación siempre tenemos porque es nuestra obligación pero la prudencia y la moderación en la publicidad de las mismas es la prioridad.