Parar para renovarse. Es lo que ha hecho el Habana Espacio Libre, cerrado en estos momentos al público pero lleno de actividad para confeccionar la nueva programación, en la que se incorporarán, como novedad, el teatro y la pintura en directo. "Este es un espacio libre que está abierto a todo el mundo, no tiene por qué ser un artista novel", aseguran Sara Polo, Rubén García y Nelisa Alcalde, tres de los artistas que forman parte del proyecto.

Interpretan el parón en forma de mejora, por eso dos ojos cerrados ocupan parte de la fachada estos días. No quieren que deje de ser antiguo, "que se vea los años que tiene", dicen, "que no se pierda el encanto, el contraste del arte actual con ese entorno". En su interior, el edificio cuenta con seis habitaciones, más el pasillo y el salón. Estas estancias se transforman en "obras artísticas", apunta García.

Si todo marcha bien, Habana Espacio Libre y los ojos de su fachada se abrirán al público el próximo 8 de septiembre. Rubén García dice que "va a haber cosas muy diferentes en esta ocasión", "y libres", apunta Nelisa Alcalde.

Los propios artistas son, a su vez, los encargados de gestionar el espacio, que no cuenta con una temática común, puesto que cada uno tiene su propia habitación. Aún así, aseguran que se pueden dar algunas colaboraciones: "por ejemplo, mezclar la pintura con lo audiovisual". Por tanto, también llega a ser un lugar de encuentro.

Una norma no escrita entre ellos es la negativa a que se ponga cara al centro, por eso huyen de las fotos. "El espacio son muchos artistas, mucha gente, y hay que darle importancia al espacio en sí", matiza Polo, promotora de la iniciativa. Su obra es audiovisual: vídeos de producción propia, fotos... Además de crear instalaciones de terror, algo que le permite interactuar con la gente que se acerca a verlas.

Rubén García es cortometrajista. Su primer proyecto vio la luz en 2008, y ahora se encuentra preparando otro. "Son muy minimalistas, dramáticos", asegura. Además, "cuentan con una puesta bastante visual". Aunque, independientemente del cine, también ha hecho composición de música para la instalación de un artista plástico.

Por su parte, Nelisa Alcalde se dedica al cine y la fotografía. "Trabajo el feminismo", dice, al tiempo que matiza que "estoy intentando cambiar un poco porque pienso que las mujeres ya somos independientes".

Abierto a todos

Estos jóvenes aseguran contar con total libertad creadora, sin censura. "El Habana está muy bien, no hay censura, expresas lo que te da la gana", asegura Alcalde. Por esto mismo, se le da voz y oportunidades a todo el mundo. Además, los tres artistas aseguran que la formación no es un requisito, puesto que existe gente con mucha intuición. "El único requisito es el entusiasmo", apostilla García. "El espacio es un lujo para alguien que quiera exponer, no hay que esperar a que le cojan", aporta Alcalde.

Pese a que no consideran el espacio como una galería, sí es cierto que facilitan el trato con los autores de las obras. Además, el trabajo en equipo es una de las cosas más positivas que ofrecen: "eso puede abrirle la mente al artista", cree Polo. Por otra parte, "es interesante que el espectador pueda observar cómo trabaja el creador, además de poder colaborar con él", añade.

García también considera que el espacio contribuye a la educación en el arte y destaca su papel como "generador de artistas que están empezando y tienen mucho talento".