Se llaman Alvaro, Pedro, Lucas y Miguel, son agentes de la Policía Nacional y dicen que solo cumplían con su obligación de ayudar al ciudadano cuando en la madrugada de ayer lograron que tres miembros de una familia, entre ellos un menor y una mujer enferma, salieran sin un rasguño del incendio originado en un piso de un bloque en Casa Plata, en las proximidades de Mercadona.

"Había mucho humo y tuvimos que subir a pie con linternas porque un cortocircuito había dejado sin luz al edificio", relató ayer Alvaro, de la Brigada Provincial de Seguridad Ciudadana que, en el momento de los hechos, patrullaba de paisano por la zona con otro compañero.

No fue una tarea fácil hasta que los bomberos llegaron al lugar del siniestro. Al entrar en la vivienda, tuvieron que retroceder porque les sorprendió "una llamarada" al abrir la puerta de una de las habitaciones. "Había muchos nervios y gente gritando que su vivienda estaba ardiendo. Eran tres personas que buscaban una medicación para un familiar enfermo", explicaron los agentes, que lograron sacar por su propio pie a los tres miembros de la familia colombiana que reside en la vivienda.

Para los cuatro agentes, que ayer no querían que les tratase como héroes, la experiencia terminó con final feliz gracias a la ayuda clave de los bomberos, con quienes colaboraron para que los vecinos del mismo bloque y otros colindantes no se movieran de sus casas mientras se procedía a la extinción. Fue necesario utilizar mantas para los afectados que tuvieron que permanecer en la calle. Alvaro, Pedro, Lucas y Miguel pueden sentirse orgullosos de haber llegado a tiempo.