El brote de paperas surgido hace justo ocho días en el instituto de Secundaria Luis de Morales, de Arroyo de la Luz, trae de cabeza a sus 513 alumnos. "Surgieron entre 14 y 16 casos seguidos y nos alarmamos un poquito", comentó ayer el director del centro, Joaquín Paredes. Desde el momento en que la dirección conoció los casos, inmediatamente se puso en contacto con la Consejería de Sanidad. Ambas partes adoptaron medidas urgentes.

Ayer tres alumnos, 10 maestros, incluido el director, y dos empleados tuvieron que acudir al centro de salud a vacunarse. Las chicas han tenido que firmar un documento con el compromiso de no quedarse embarazadas en los próximos tres meses. La mayoría de los alumnos se salvaron de la vacuna ya que muchos ya estaban vacunados y otros, "están inmunizados porque pasaron la enfermedad hace tiempo", señaló el director.

Una pesadilla

Las medidas sanitarias se han aplicado como corresponde, pero parece ser que esto no ha impedido que muchos alumnos vivan este brote de paperas como una verdadera pesadilla. Además, la excursión de fin de curso a París que está prevista en los próximos días hace que los alumnos estén algo preocupados por evitar que el virus les pueda llevar al traste la fiesta.

No es de extrañar que aquéllos que tienen que asistir a clase cada día lo hagan protegidos con mascarillas. Además de llevar esta protección, algo incómoda para muchos, la dirección del centro ya se ha puesto manos a la obra para lanzar algún que otro consejo. "Les hemos dicho que no se besen durante un tiempo y que no compartan los mismos vasos, ni cigarrillos dado que las paperas se contagian por la saliva", explicó Paredes.

Este virus ha invadido las clases del instituto de forma inesperada. "Nos ha pillado por sorpresa y no sabemos la causa", comentó ayer el director, que añadió que en los seis años que dirige el centro no ha vivido un caso similar. Gema Labrador y Laura Chávez son dos alumnas del que ayer se vacunaron. "Menos mal que no nos ha cogido el virus cuando no teníamos la vacuna puesta", comentó Gema Labrador. Peor suerte han tenido 22 de sus compañeros que estarán dos semanas en sus casas antes de regresar a clase.