Es un enamorado de Cáceres. Nacido en el pueblo cordobés de Hornachuelos, Francisco Martínez Moreno puede presumir a sus 70 años de haber pintado los rincones más escondidos de la parte antigua. Muestra orgulloso sus paisajes y acaba de realizar, junto al herrero Julián Pacheco, las tres esculturas de la rotonda de Moctezuma.

¿Qué Cáceres pinta?

--Pinto toda la ciudad. Desde paisajes urbanos a la parte antigua. Hago patria a cada sitio que voy. Desde Francia hasta Rusia.

Ha sido un trotamundos, ¿Conoce una ciudad como ésta?

--Cáceres es un punto y aparte. Más que la belleza y por los monumentos, destaca por la magnífica conservación.

¿Qué le queda por pintar?

--Creo que los he pateado todos. Ahora hago vinorelas , porque en lugar de pintar acuarelas con agua, las hago con vino. Me permite que sean más compactas.

¿Sueña con la pintura?

--Acabo de volver de Palma de Mallorca y me he recorrido los mercados. Quiero hacer un cuadro grande con un mercadillo.

¿Cómo se imagina Cáceres dentro de 25 años?

--La ciudad monumental se va a conservar mejor todavía y será beneficioso que limpien de viviendas la muralla. La parte moderna seguirá igual de linda.