Hacia las ocho y cuarto de la noche de ayer, un vecino de la Sierrilla encontró el cadáver de un hombre flotando en una charca de la finca conocida como El Duro. Rápidamente se desplazaron hasta el lugar, tomando un camino desde Aguas Vivas, los efectivos de la Policía Nacional, Policía Local, bomberos y una ambulancia del Servicio de Emergencias 061. Resultó ser Marcelo Blázquez Moreno, de 61 años, propietario y residente en la finca junto con sus tres hermanos, solteros y miembros de una familia de empresarios conocidos en la capital cacereña (regentaban el restaurante Nevada).

El cuerpo presentaba un traumatismo en la cabeza. Las primeras pesquisas apuntan a un posible accidente o malestar físico que le provocó la caída al agua.

ESTABA CERCA DE LA ORILLA

"Cuando lo ví no estaba lejos de la orilla. Intenté sacarlo, pero no podía, me resbalaba", relató poco después, aún nervioso, Francisco Tello, el vecino que descubrió el cadáver en la charca artificial construida por la familia en el paraje. Tras varios intentos telefoneó al 061, cuyo personal sacó finalmente a la víctima del agua.

Marcelo Blázquez acostumbraba a merodear por el lugar en compañía de sus perros, que ayer se mantenían cerca del cadáver horas después del suceso. El cuerpo fue cubierto con una manta hasta la llegada del juez de guardia y más tarde trasladado al Tanatorio San Pedro de Alcántara.