Entre cien y 500 personas habitaron hace 4.500 años el cerro de Torrequemada, conocido como el de la torre, el punto más elevado del propio casco urbano a solo 18 kilómetros de Cáceres. Fueron probablemente, según el alcalde de la localidad, Alfredo Salas, "los primeros pobladores" de este municipio de unos 600 habitantes, y hoy sus huellas han salido a la luz en lo que podría ser el yacimiento Calcolítico (Edad de Cobre) más importante de Extremadura.

Las obras de construcción de un depósito de agua para mejorar la presión del abastecimiento reveló en diciembre del año pasado la presencia de este asentamiento, que conserva los restos de varias edificaciones y del que se han podido extraer en los tres meses que lleva en marcha la excavación más de 4.000 piezas cerámicas, artísticas y herramientas industriales, algunas poco corrientes.

"Es uno de los pocos yacimientos de esta características que se conocen en la región", explicó ayer a este diario el arqueólogo que dirige las excavaciones, Sergio Ayala. El equipo lo completan tres arqueólogos más y otros tres peones de arqueología.

El tesoro Bautizado con el nombre de La Atalaya, las piezas encontradas hasta el momento permiten situar el yacimiento en el Calcolítico medio a la edad de bronce inicial. Aunque es "poco vistoso", según Ayala, porque a los ojos inexpertos solo aparece una sucesión de piedras más o menos alineadas, lo cierto es que estas forman el zócalo de la antigua muralla (un metro de altura) que en su día rodeó el poblado --como es habitual en esta etapa prehistórica--.

También, aparecen las estructuras de tres viviendas, que se levantaban sobre una base de piedra y se remataban con paredes y cubiertas vegetales. "Fue un asentamiento importante para la época, por el número de piezas encontradas, de más de cien personas y prolongado en el tiempo", detalló Abraham Martínez, otro de los arqueólogos y experto en Paleolítico. Una de las curiosidades es que compagina las construcciones ovaladas o circulares con las rectangulares, poco usual en ese período.

También se aprecian los fogones de adobe y arcilla donde cocinaban o silos para almacenaje. No se han encontrado huesos de homínidos ni tampoco enterramientos, pero sí piezas que usaron en sus telares (pesas), morteros y molederas para hacer harina, vasijas, herramientas como puntas de flechas y hachas para cazar, punzones elaborados a base de huesos de animales para perforar el cuero o colgantes.

Lo más valioso del ingente material descubierto son varios ídolos (esculturas que representan dioses,"los antepasados de nuestros crucifijos", afirma Ayala). Unos son de hueso pulimentado y decorado y, el de mayor relevancia, es uno de pizarra que se halló partido con serigrafía geométrica y que los arqueólogos guardan como "oro en paño".

El dilema del futuro De momento no se sabe qué pasará con el yacimiento, ni tampoco con el depósito que aún no ha podido construirse a la espera de una valoración final de la Consejería de Cultura. Para el pueblo es "un gran dilema", afirmó ayer su alcalde. Al principio, reconoció, se consideró un trastorno el hallazgo porque paralizaba la construcción del depósito, que "es necesario" e "imprescindible" para solucionar el problema de presión que padece el municipio.

Sin embargo, una vez que seha conocido su importancia, eldeseo, al menos del alcalde yuna parte de los vecinos, es“mantenerlo”.“Sería idílico parael pueblo poder hacer un centrode interpretación en la torre yexponer el material hallado”,manifestó Alfredo Salas.Lodifícil sería compatibilizar eseproyecto con la construcción deldepósito, que necesita un lugarelevado como es este cerro dondese ha planificado.La soluciónpasaría por hacer un depósito voladosobre una plataforma, loque permitiría mantener el yacimiento.“Esperamos que la Juntacuente con nosotros para tomaruna decisión”, apuntó.Una obra igual –el proyecto demejora de abastecimiento afectaa las tres Torres, con un presupuestode 3,6 millones de eurosfinanciados por la Junta– llevótambién a descubrir en noviembreotro yacimiento similar enTorreorgaz, aunque de menorentidad.En este municipio, sedecidió extraer todo el materialrelevante y cubrir el yacimientopara instalar el depósito.“Es posibleque en cada uno de estoscerros haya yacimientos de estetipo –dice Abraham Martínez–,pero no se excavan”.