Mañana llega la noche que temen muchos. Las calles se llenan por unas horas de zombis, sangre y esqueletos. Los muertos y los sustos protagonizan una jornada digna de ciudad americana pero lo cierto es que ocurrirá en Cáceres. Halloween aterrizó en la capital cacereña con recelo pero en los últimos años ha conseguido hacerse hueco y se impone cada vez más a la tradicional celebración de los Santos, las castañas y los dulces. En esta ocasión, bares, colegios y barriadas se organizan y preparan actividades de todo tipo con temática de horror, desde concursos de calabazas, pasajes del terror, bailes de brujas y hasta churros ‘diabólicos’.

Y si hay algo en común en todas estas actividades es que irán acompañadas de su disfraz. Desde los clásicos como Drácula hasta los más novedosos con la fiebre del ‘Joker’. En esto tiene experiencia Kike Sáez, que lleva más de veinte años disfrazando a los cacereños en su tienda Kike’s. Él también se disfraza si hace falta. Va caracterizado de doctor lunático y recibe a los clientes con decorado y hasta un photocall en la entrada. Asegura que las ventas se mantienen como las del año pasado y que ha vivido un repunte en los últimos cinco. «Cala porque es una fiesta muy divertida, sobre todo para los niños», anota el dueño.

Aparte de la «diversión», , el sociólogo Domingo Barbolla expone a este diario que el auge de la fiesta americana en detrimento de las tradiciones españolas se debe a varios factores. En primer lugar, según pone de manifiesto el sociólogo, a la secularización de la sociedad. «Los Santos están ligados a la religión y a todo lo que representa y se buscan otras expresiones», y en segundo lugar, porque existe «un contagio» de la cultura americana y del modelo capitalista y «la cultura del consumo». No obstante, Barbolla defiende que se trata de «una moda temporal» y vaticina que con el tiempo se producirá una regresión a las tradiciones. «Halloween ha entrado en nuestra cultura pero sin calado, se nota que no nos pertenece, no tiene nada que ver con nosotros, no descarto que volvamos a las costumbres del pasado cuando hagamos las paces con lo que representan», concluye.

¿Truco o trato?

Mientras tanto, colegios como Licenciados decoran esta semana el centro con motivos de miedo, los más pequeños se disfrazan de personajes de terror y celebran una ‘castañada’ simbólica. Mañana por la noche, hosteleros de Pizarro se ponen de acuerdo para caracterizar la calle y en la Madrila Alta, Nebbia organizará una fiesta alternativa de ‘Hawelin’ con concurso de disfraces y regalos. Las barriadas se suman también al programa de actividades. La Mejostilla (Cáceres el viejo, Mejostilla, Montesol) repite experiencia con su pasaje del terror en el centro cívico y Santa Lucía se suma también y organiza otro. San Pedro organiza un baile de brujas, La Cañada un concurso de calabazas ‘terroríficas’ y churros ‘diabólicos’, Llopis un espectáculo de miedo en el centro de cultura Rodríguez Moñino y Aguas Vivas una merienda. San Blas programa cine de miedo el 1 de noviembre. El ayuntamiento no organizará ningún evento, colaborará con las de los barrios y prestará especial atención a zonas donde previsiblemente se concentrará más público.