"Al mundo taurino le falta promoción y márketing". El cacereño Jairo Miguel, que se convirtió en 2008 en el torero más joven del planeta, está convencido de ello. "Debe funcionar como otro sectores, publicitarse, darse a conocer, no vale solo con colgar carteles, hay que promocionar los toros a todos los niveles, sobre todo con la gente joven, porque son el futuro. Hay que ir a las universidades y explicar la fiesta taurina, sus ritos, sus valores, luego que vayan o no a la plaza, pero que estén bien informados", indica. También entiende que el precio no ayuda precisamente a hacer nuevos aficionados, "y esto es como el fútbol, un ambiente fuerte, expectante, emocionante, que pone los pelos de punta, pero hay que vivirlo para conocerlo".