Una pelea llevó a Emilio Arias Martín y a su hermano al centro penitenciario. Tuvieron que ingresar en la cárcel para cumplir la condena de dos años de prisión que les impuso el juez por sendos delitos de lesiones, las que causaron a su víctima.

Ya en tercer grado --va a prisión solo a dormir-- y a cuatro o cinco meses de poder conseguir la libertad condicional, Emilio asegura que ha aprendido la lección. "No volveré a meterme en peleas", afirma, al tiempo que recomienda a todos los jóvenes que las eviten, "que si alguien les provoca no se piquen y eviten las discusiones, porque una pelea puede destrozarte la vida". A él la experiencia de pasar por la cárcel le ha servido para tener algo muy claro: "No volveré a cometer los errores que cometí en el pasado".

CON ESPERANZAS En cuanto al curso de instalador de placas solares que ha tenido ocasión de realizar, reconoce que para él "ha sido una experiencia muy positiva", algo que "me ha dado una formación muy buena y una experiencia y capacitación que --confía-- me permitirá poder realizar un trabajo".

Esa es su intención cuando definitivamente consiga la libertad, buscar trabajo como instalador de placas solares, además de, no lo descarta, estudiar Derecho. "Quiero estudiar Derecho, hacer el curso de acceso a la universidad y la carrera de Derecho".