El ayuntamiento afrontará este año la tercera modificación destacable que se realiza en el plan especial (la norma urbanística que regula las actuaciones en el casco viejo). Si en 2004 se eliminó la protección de una decena de casas en San Roque para ampliar Mira al Río y tres años después se autorizó el proyecto del hotel de Atrio en San Mateo, ahora se reordenará parte de la gran manzana que está entre las calles Pizarro y Camino Llano para favorecer la construcción del centro de artes visuales de Helga de Alvear, que se convertirá en una de las principales dotaciones culturales de la ciudad.

El primer paso para esta modificación se dio en la última reunión del año de la Comisión Municipal de Urbanismo. El cambio parte de una propuesta presentada por la Consejería de Cultura y, a diferencia de lo ocurrido en San Roque y San Mateo, el procedimiento no solo se tramitaría en el consistorio (desde su aprobación inicial a la definitiva), sino que también sería necesaria la participación de la Consejería de Fomento, que tendría que dar la aprobación final al expediente, ya que lo propuesto por Cultura no solo afecta al plan especial, sino además al plan general municipal de urbanismo en vigor desde el año 1999 e indirectamente también al nuevo plan, en trámite desde 2003.

Lo que Cultura propone y la Comisión Municipal de Urbanismo dictaminó a favor es desproteger uno de los inmuebles colindantes con el edificio de la Casa Grande (sede administrativa del museo y de la Fundación Helga de Alvear), que con la nueva calificación que tendría con el cambio del plan especial pasaría de ambiental singular a genérico y se podría hasta derribar.

Las dos razones que se dan para desproteger esta casa son su deficiente estado de conservación y la incompatibilidad del actual inmueble con la iniciativa del proyecto del centro de artes visuales. Es un inmueble que tiene su fachada principal en la calle Pizarro, pero que llega hasta Camino Llano, y su relación con el proyecto del nuevo museo es que se requiere para los accesos al edificio cultural. Cuando la Fundación Helga de Alvear se formalizó a finales del año 2006, el entonces consejero de Cultura de la Junta, Francisco Muñoz, explicó que el edificio de Pizarro se adquiriría para facilitar "determinadas entradas y servicios que tenían que completarse dentro del proyecto" del museo.

INMUEBLE COLINDANTE Este inmueble colindante a la Casa Grande aparece en la ficha del plan especial como número 10 de la calle Pizarro. Según la ficha, las intervenciones en el mismo están ahora limitadas al tener un nivel de protección de ambiental singular. El uso principal de este inmueble es el de vivienda, el número de plantas que se permiten es de tres y el tipo de edificación de la casa actual de Pizarro es Llano. La propuesta de la Consejería de Cultura la descataloga y la deja sin protección. Una de las características del solar del número 10 (vivienda y patio trasero) es su forma alargada, lo que hace que llegue hasta Camino Llano.

Esa prolongación hasta la calle Camino Llano es la que permite que la propuesta de Cultura sea más que una modificación puntual del plan especial y que afecte al plan general de urbanismo, ya que la consejería plantea una nueva unidad de actuación urbanística en el interior de la gran manzana formada por las calles Pizarro, Roso de Luna, Camino Llano y Sierpes. Esa unidad está formada por el inmueble número 10 de Pizarro y por el patio de la Casa Grande, y su extensión es de aproximadamente 3.800 metros cuadrados.

¿Cómo se ordena ahora ese espacio en el plan de urbanismo en vigor desde 1999? En principio es uno de los enclaves más atractivos entre las unidades que regula el plan general dentro del casco viejo de la ciudad. Lo es porque por la calle Sierpes permite crear un nuevo espacio verde, de unos dos mil metros cuadrados, en una zona necesitada de espacios libres, y porque facilita la ejecución de un aparcamiento en un espacio de 3.222 metros cuadrados en la entrada suroeste al recinto histórico, además de locales comerciales, restaurantes o bares.

En los últimos años ha habido más de un intento para hacer ese aparcamiento, sin que ninguno llegase a fructificar. La iniciativa actual de párking en la zona se ha limitado y solamente se actúa en el subsuelo de la plaza Marrón con un proyecto de unas 130 plazas.

La unidad que ahora aparece en el plan general de urbanismo tiene una superficie de 5.127 metros cuadrados (1.905 de la zona verde y 3.222 del aparcamiento).

La propuesta de Cultura transforma esa unidad, deja fuera la zona que linda con la calle Sierpes, se queda con 3.800 metros cuadrados (Pizarro 10 y las traseras de la Casa Grande) y además modifica sus utilidades urbanísticas. La posibilidad de hacer el párking se elimina y se propone un cambio de los usos actuales, destinando los 3.800 metros a fines públicos para edificio cultural, de enseñanza y de investigación o museo, de hecho el edificio del centro de artes visuales coge parte del patio de la Casa Grande.

RIESGO DE EXPROPIACION La operación tiene un inconveniente al no dar una solución a los 1.905 metros de la zona verde de la calle Sierpes. Al quedar fuera de la unidad, el ayuntamiento se puede encontrar con que deba obtenerlos mediante expropiación, dado que el consistorio estaría obligado a conseguirla. Ahora se obtiene compensando a los propietarios de la misma con los aprovechamientos lucrativos que se lograrían de la ejecución del párking. Pero al desvincular este suelo de los 3.222 metros de las traseras de la Casa Grande y al no hacerse el aparcamiento, el ayuntamiento se puede enfrentar a una expropiación, que acaban siendo bastante costosas para las arcas locales por los antecedentes que ha habido.

Una posibilidad a estudiar para que esto no se produzca sería aprovechar que está en tramitación el nuevo plan de urbanismo (debería entrar en vigor durante el año 2009) para adscribir este terreno verde a otra actuación urbanística con aprovechamientos lucrativos que se encuentre en la misma zona de influencia, creando una unidad de actuación discontinua.