El control está en el aire. La Dirección General de Tráfico ha destinado uno de sus helicópteros a patrullar la red viaria de la provincia cacereña por tiempo indefinido, una medida que ya se aplica en otras zonas del territorio nacional para supervisar el estado de la circulación, imponer sanciones y prevenir accidentes con este control más cercano. La petición fue realizada por el antiguo jefe provincial de Tráfico, Antonio Carrasco, y ratificada por el actual, Ramón Ledesma, que anunció su puesta en marcha durante su primera entrevista con EL PERIODICO.

El helicóptero tiene su base en Madrid y ha comenzado a desplazarse este mes a Cáceres dos días por semana, elegidos aleatoriamente (la periodicidad podría intensificarse si la DGT lo considera oportuno). Realiza servicios de vigilancia mañana y tarde a lo largo de toda la provincia, aunque se centra principalmente en las carreteras de mayor tránsito: Autovía de Extremadura (N-V), Nacional 630 y Nacional 521 (Trujillo-Valencia de Alcántara). A bordo viaja un piloto, un mecánico de vuelo y un agente de la Guardia Civil. En su ausencia puede llevar una cámara, o bien complementarse con ella.

PRIMERAS SANCIONES La función esencial del helicóptero es la de vigilar y controlar la circulación (atascos, desprendimientos, accidentes...), como apoyo a las patrullas de tierra de la Guardia Civil, y siempre permanece en contacto con el Centro de Gestión de Tráfico. De forma secundaria, y aprovechando su visión estratégica, detecta infracciones y sanciona a los conductores por adelantamientos indebidos, incumplimiento de la distancia de seguridad... De hecho, ya se han tramitado multas en la provincia por este sistema.

"El helicóptero tiene un fin preventivo, no un afán recaudatorio. Contabiliza menos denuncias que las patrullas de carretera, pero siempre puede estar ahí y sancionar una maniobra. Es un elemento de seguridad vial", indica el jefe provincial de Tráfico.

¿Cómo se detecta una infracción? Si a bordo del helicóptero viaja un agente de la Guardia Civil que avista una maniobra incorrecta, lo comunica a las patrullas de carretera situadas más adelante, que detienen al vehículo cuando llega. Si va provisto de una cámara que grava lo ocurrido, el infractor recibe días después una notificación de la sanción en su domicilio. "Está comprobado que la vigilancia de un helicóptero reduce el número de infracciones, sobre todo en provincias pequeñas donde estas noticias se conocen más rápido", subraya Ramón Ledesma.