"Ahora sé qué significa es..., es... Ah sí, ¡escaño!", cuenta con una sonrisa de oreja a oreja a EL PERIODICO Javier Gilarte, un joven de 22 años galardonado por la Asamblea de Extremadura por su participación en el trabajo Caminamos , que presentaron una decena de niños a la quinta edición de los premios Vivir el Parlamento , que cada año convoca la Asamblea y en el que los jóvenes cuentan qué es para ellos la Asamblea. Javier no para de enseñar a la cámara el sobre con su premio, se nota que de una vez por todas se siente orgulloso de sí mismo.

Como todos los años se han presentado más de 50 colegios, en cambio esta vez el certamen tiene un sentido diferente. Javier Gilarte no es como todos los jóvenes de su edad. El como los otros seis compañeros que han elaborado el trabajo posee una deficiencia mental que le distingue psicológicamente de los demás. Todos viven en el centro cacereño de Educación Especial Proa, uno de los colegios que más premios ha obtenido en este certamen porque como dijo el presidente de la Asamblea de Extremadura, Juan Ramón Ferreira "esto sí que es premiar el trabajo y el esfuerzo".

Esperanza

"Es un día muy feliz, pero no siempre ha sido así", contó Javier Gilarte tras los aplausos y felicitaciones de sus amigos y compañeros, nerviosos y eufóricos por la entrega de premios. Durante los casi 45 minutos que duró el acto muchos de ellos no podían contener sus lágrimas de alegría. "Dejadme que lo haga solo", gritó sobresaltado. Y es que Javier enfurecía cuando sus monitoras Crescencia Pérez y Carmen Pozas intentaban ayudarle para comunicarse. Optaron por dejarle a él y entonces se soltó: "hubo un tiempo en que fui al instituto. Pero no me fue bien. Mis compañeros siempre se metían conmigo, me quitaban la silla, me ponían chinchetas para que me hiciera daño,... Y me llamaban tonto. Siempre se reían de mí". Para Javier este premio significa que la gente ha comprendido que él también sabe hacer las cosas, a pesar de que le cueste más que a los demás y le hace no perder la esperanza de conseguir la mayor ilusión de su vida: poder estudiar en la universidad. "Me encanta estudiar, pero por ahora no puedo hacerlo", cuenta cabizbajo.

Denisse Martínez, de 22 años no se despega de su sobre donde guarda el premio. Es dominicana y lleva viviendo en Proa desde los cuatro años. Su capacidad intelectual puede compararse con la de un niño de Segundo de Primaria: "los profes me han enseñado a leer, escribir y a sumar, aquí estoy bien, pero echo mucho de menos a mis padres. Aquí tengo a mi amiga Rosa, a Almeida, a Héctor y a mi novio Antonio", comenta Denisse. "Este premio es una alegría porque nadie me regala nada. Aunque me hubiera gustado tener un mp3", dice un poco enfadada porque no es capaz de comprender que su sobre contiene 1.500 euros que puede canjear por los regalos que ella quiera.

Otros centros premiados

El presidente de la Asamblea entregó ayer siete premios en la ciudad de Cáceres. Tres en Proa, otros tres a niños del tercer ciclo de Educación Primaria de Licenciados Reunidos y uno a adolescentes de Bachillerato y Formación Profesional del Instituto de Educación Secundaria Agora.

Vivir el Parlamento pretende que los escolares conozcan la Asamblea de Extremadura y ayudar en la educación en valores como la participación, el diálogo y la tolerancia. Ferreira señaló la calidad de todos los trabajos y la importancia de la formación al tiempo que animó a los jóvenes a pensar que quizá en el futuro sean ellos los que "ocupen un escaño como diputados". Un sueño que Javier y Denisse desean cada día que se convierta en realidad.