Ha vuelto a empezar a lo lejos. Pero cuando estábamos en casa, a punto de comer, hemos mirado por la ventana y nos hemos dicho: ¡Corred, corred que nos quemamos". Lo cuentan Victoria, Abraham, Oscar y Ana, cuatro de los vecinos de El Galindo que tuvieron que volver a desalojar sus parcelas por el fuego que se declaró en la zona, sobre el kilómetro 7 de la carretera Ex 100, el pasado sábado y que ayer reavivó con fiereza. Según ha podido saber este periódico, las hectáreas calcinadas podrían ascender ya a más de 1.500, aunque todavía no hay datos oficiales, se mantiene el nivel 1 de peligrosidad y en las previsiones de la Junta no se encontraba el rebajarlo a cero durante toda la noche de ayer.

Pese a que el sábado por la noche el fuego, que se originó en el antiguo vertedero, "evolucionaba favorablemente", ayer se precipitaron los acontecimientos. La reactivación de varios focos por la mañana obligó a que dos medios aéreos y ocho retenes se desplazaran al lugar. Para entonces, y pese a que los brotes parecían controlados, el Infoex había comunicado que mantendría el nivel 1 a la espera de la evolución del incendio. Sobre las 16.00 horas las llamas recrudecieron y la Junta se vio obligada a incrementar el número de medios, tanto áereos como terrestres. Solo una hora más tarde, trabajaban en el área afectada tres aviones anfibios de gran capacidad, cuatro helicópteros, dos de ellos con brigadas helitransportadas, seis retenes terrestres, una brigada de refuerzo contra incendios forestales, dos tractores de cadenas, cinco autobombas, capataces, agentes del medio natural y técnico de apoyo y coordinación.

TRAFICO La proximidad de las llamas con la carretera de Badajoz obligó a la Guardia Civil a cortar el tráfico, que reabrió unas tres horas más tarde, alrededor de las 19.00 horas. Para entonces, los vecinos de El Galindo ya aguardaban el fin del incendio en los aledaños de una gasolinera, ya que habían vuelto a salir de sus parcelas, aunque esta vez lo hicieron sin esperar órdenes de desalojo de los cuerpos de seguridad El fuego, afirman, estaba tan cerca de sus casas que fue una obligación. "Cuando nosotros salíamos por delante de la parcela, las llamas empezaban a entrar por detrás", confirma Victoria. Dice, además, que fueron avisándose unos a otros, ya que algunos se encontraban dentro de las casas y no se dieron cuenta de la cercanía del peligro.

Muchos de ellos sí mostraban preocupación por sus animales. La presura permitió que algunos pudieran salvar a sus perros, pero, al tratarse de una partida rural, muchos de ellos tienen otros como conejos o caballos. "He dejado el fuego a unos cinco metros de mis gallinas. No espero que haya sobrevivido ninguna", se resignaba Oscar, uno de los afectados. "Si no salimos de la parcela nos quedamos ahí. Por la mañana había algún hilillo de humo, pero después, cuando nos hemos querido dar cuenta, sobre las cuatro y media de la tarde, teníamos el fuego encima" , explica Mercedes Ortiz, otra de las vecinas. "Es una pena. Hemos tenido que dejar a los caballos", concluyó el testigo.

Al cierre de esta edición, los vecinos confirmaron que, por una orden directa del Infoex, no iban a poder pasar la noche en sus casas, ya que el organismo mantenía el nivel 1 de peligrosidad. "Nos han permitido entrar en casa, acompañado por lo menos de un Guardia Civil, para que viéramos si habían llegado las llamas dentro de las viviendas", contó uno de ellos a este periódico algo antes de las once de la noche. Afirmó también que, si bien el fuego no había causado daños en el interior, sí había atravesado la parcela "de punta a punta" y había encontrado moribundos algunos animales. "Hasta mañana por la tarde (por hoy) no nos van a dejar entrar definitivamente", dijo. Al ser una zona de segundas residencias, muchos de los afectados tenían pensado dormir en sus domicilios habituales.

La situación del incendio seguía siendo incierta por la noche "La zona es bastante complicada. Nosotros, por precaución, vamos a mantener un retén en la zona", aseguraron fuentes de los bomberos de Cáceres. Temen que se reaviven las llamas, periodo donde es imposible trabajar con todos los medios necesarios. "Parece que está controlado, pero en ese área, llena de pastos que arden con mucha facilidad, no podemos estar seguros", concluyeron.