Hemos sido el chivo expiatorio contra el contrabando de tabaco, eso lo sabe todo el sector». Con estas palabras se defendía ayer Emiliano P., uno de los empresarios del tabaco que fueron detenidos en la operación Pacote, una macrointervención que se realizó en 2017 y que la Delegación del Gobierno presentó como la mayor incautación de tabaco de Europa con 250 toneladas y alrededor de 120 imputados.

El empresario, que fue detenido junto a su hijo y a otra hija, realizó ayer estas declaraciones después de que un año después de que se iniciaran las diligencias penales el juez ordene devolver las cantidades de tabaco que fueron incautadas en la operación de la Guardia Civil, alrededor de 200 toneladas, a los propietarios. Esta resolución la toma para todos los imputados en el caso salvo para el caso de Emiliano, que lamenta que mantiene en vigor la otra medida cautelar y sigue con las cuentas congeladas. El caso sigue abierto, el Juzgado de Llerena ha inhibido la causa y pide a la Audiencia Nacional que lleve el caso. Este órgano aún no ha determinado si aceptará continuar la instrucción. En cualquier caso, el empresario defendió su inocencia y aseguró que el tabaco que le incautaron no estaba destinado al consumo porque no estaba procesado. De hecho, la defensa de los acusados reclama que se devuelvan las cantidades a sus clientes y que se realice una prueba pericial al tabaco que determine que no servía para consumo y por tanto no existía contrabando.