La alcaldesa, Carmen Heras, pidió ayer a la Virgen de la Montaña que durante su estancia en la concatedral de Santa María escuche las plegarias de los cacereños que le piden que "nos guíe en nuestra vida y en los retos --dijo-- que nos planteamos para construir un futuro mejor", en referencia al 2016. La regidora señaló que en el novenario "la generosidad de todos debe ser algo cercano y presente de modo que la ciudad continúe con un proceso de evolución que le permita aumentar el nivel y la calidad de vida".

Heras, como suele ser habitual en sus alocuciones ante la patrona, ensalzó la importancia de las tradiciones en tanto que Cáceres, apuntó es un lugar donde los pueblos y culturas han dejado huella. Pero también insistió en que la capital ha de avanzar: "Desde el tiempo presente debemos seguir en nuestro camino mirando hacia adelante, con el orgullo de quienes atesoramos un importante pasado y a la vez apostamos abiertamente por incorporarnos al futuro".

La alcaldesa se refirió a Cáceres como una ciudad abierta y plural, "en ella caben todas las formas de pensamiento, las de antes y las de ahora (...) La grandeza de una población siempre fluye del talante de quienes la habitan, sea cual sea su número y su condición social, política o religiosa".

Finalmente, ensalzó el "importante esfuerzo" que realizan los miembros de la cofradía, los servicios municipales y los miembros de la corporación municipal para que la bajada de la patrona sea siempre un éxito.