El anuncio de demolición del puente de San Francisco ha desatado la tormenta. A la reacción vecinal se sumó ayer la de la portavoz socialista en el Ayuntamiento de Cáceres, Carmen Heras, que tachó de "aberración" la iniciativa y que pidió al equipo de gobierno que recapacitara y frenara el derribo de la emblemática pasarela.

En declaraciones a EL PERIODICO EXTREMADURA, Heras comentó que aunque el puente "no tiene características monumentales desde el punto de vista de una gran importancia arquitectónica, sí que tiene importancia sentimental, afectiva y muy simbólica para esa zona de Cáceres, porque si quitamos todo lo que son nuestros antecedentes y lo que ha sido nuestra historia, al final dejamos una ciudad sin identidad".

Heras dijo que el gobierno va "a derrumbar un símbolo de la historia de Cáceres, un distintivo del barrio y de la ciudad. Van a quitar una historia para nuestros hijos, para nuestros nietos y no van a conseguir arreglar lo que quieren". Añadió que hay otras alternativas al problema del tráfico y que la construcción de una rotonda no es la clave.

Para la representante municipal, el ayuntamiento debe adoptar una solución más global, con la construcción de vías de entrada y de salida, de alternativas para vehículos pesados y, especialmente, con medidas disuasorias para evitar el uso del coche.

La portavoz fue más allá y animó a realizar una política de defensa del transporte público que, según dijo, en Cáceres estaba a años luz de otras ciudades de Europa. Heras apeló al diálogo y comentó que una decisión tan seria como derribar el puente debe pasar antes por la consulta a los vecinos y por el consenso de todos los grupos municipales.