Un joven de 30 años resultó herido en la madrugada de ayer al caerse desde el segundo piso de una vivienda de la calle Parras al patio interior del restaurante La Tahona, en la calle Felipe Uribarri. De forma milagrosa, J. P. C. salvó la vida al amortiguar el golpe con la leña que se encontraba apilada para el horno del establecimiento. Sufríó la fractura del calcáneo, uno de los huesos del talón, de la que tuvo que ser operado y ayer permanecía ingresado en el hospital San Pedro de Alcántara.

Según la versión ofrecida por la jefatura de la policía local, el joven era sonámbulo y se precipitó al vacío a las tres de la madrugada. Josetxu Arrieta, administrador del restaurante, calculó que pudo hacerlo desde una altura de entre cuatro y cinco metros. Fuentes del Servicio Extremeño de Salud informaron ayer de que el joven cayó de pie, una circunstancia que contribuyó a que las heridas sufridas fueran menos graves.

A la zona del suceso se desplazaron a las tres de la madrugada efectivos de bomberos, policías local y nacional y ambulancia. Para acceder al patio, fue necesario romper hasta cinco cerraduras del establecimiento: dos de la puerta de hierro de la calle, otra interior de cristal que también quedó destrozada y dos más de seguridad para acceder al patio, apuntó el responsable de La Tahona, que valoró los daños entre los 5.000 y 6.000 euros. Este hostelero se mostró molesto por la forma de actuar de los servicios de emergencia ya que, hasta la mañana de ayer, no fue posible localizar a un cerrajero, práctica habitual en estos casos, dijo.