La barriada de Hispanoamérica acaba de cumplir su 30 aniversario. Los primeros residentes se instalaron en los pisos construidos por la Obra Sindical del Hogar en diciembre de 1975, cuando aún no habían nacido los barrios de Moctezuma y Los Fratres.

Los bloques de viviendas se asentaron en el terreno que ocupaban unos hornos de cal, una fábrica de ladrillos y vigas de hormigón y un almacén de madera, situado junto a la antigua estación de ferrocarril. "Parecía que nos habíamos ido a vivir a las afueras de Cáceres", cuentan tres décadas después un grupo de vecinos, que recuerdan que estaban rodeados de "campo y mucho barro" y que "de la calle Salamanca para abajo no había nada".

Los pisos les costaron por aquel entonces una media de 640.000 de las antiguas pesetas y hoy se venden por 120.000 euros (20 millones de pesetas). "Parece mentira", dice una vecina cuando echa la vista atrás y recuerda cuando se instaló en el barrio.

Los primeros residentes eran fundamentalmente parejas de recién casados "o a punto de casarse", relata Marciano Ramos, miembro de la junta directiva de la asociación vecinal."Ahora el barrio se ha quedado para la gente mayor porque los jóvenes que han nacido aquí, la mayoría se han ido casando y marchándose", añade este vecino.

La barriada contaba con 240 pisos, los mismos que en la actualidad, pues la construcción de nuevas zonas no dejó terreno para la expansión de Hispanoamérica. Los bajos también eran viviendas, pues no se construyeron locales comerciales y así continúan hoy día.

Cuando los primeros pobladores se instalaron en sus casas el entorno estaba en bruto y no fue hasta años más tarde cuando, siendo alcalde Juan Iglesias Marcelo, se pavimentó y acondicionó la zona. Fue tras estas obras de urbanización cuando fue inaugurado de forma oficial el barrio por el presidente de la Junta, Juan Carlos Rodríguez Ibarra, y el entonces presidente de la Diputación de Cáceres, Manuel Veiga.

Corría entonces el año 1983 y dos años antes, en 1981, se había creado la Asociación de Vecinos de Hispanoamérica --la segunda más antigua de la ciudad tras la de Aguas Vivas--. El primer presidente fue Santiago Ignacio de la Hoz, que estuvo al frente del colectivo hasta 1984, cuando ocupó su cargo Raimundo Medina, que en la actualidad continúa al frente de la asociación junto al equipo directivo que se formó por aquel entonces, con miembros, incluso, de la primera dirección.

"Parte del Club Deportivo Hispanoamérica nos integramos en la asociación", explica Medina, quien recuerda la ilusión y las ganas de trabajar de todos los miembros. "Eramos todos muy jóvenes, con muchas ganas de dar vida al barrio y de hacer cosas: teníamos un club deportivo, hacíamos muchas fiestas...".

Este colectivo vecinal fue pionero en el juego de la petanca. "El reglamento me lo envió mi cuñado de Barcelona", cuenta Francisco Patrón, tesorero de la asociación.

Cuna de la San Silvestre

También Hispanoamérica fue la cuna de la popular San Silvestre. "En Cáceres se celebra desde hace 14 años, pero en el barrio la organizamos por primera vez dos años antes", afirman orgullosos los vecinos.

Desde sus inicios el colectivo vecinal de Hispanoamérica --conocido popularmente como los techos negros por el color de los tejados de los pisos, aunque ya se han reformado y ahora lucen de rojo-- se caracterizó por su actitud reivindicativa. "Siempre hemos sido una asociación viva",

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