Llevan casi cuatro décadas demandando una sede vecinal y parece que, si nada se tuerce, Hispanoamérica podrá utilizar este edificio a partir del próximo martes, cuando se prevé su inauguración. Se trata de un servicio muy esperado pero que ha sufrido decenas de vaivenes. Se lleva reclamando desde que se creó la asociación de vecinos, en 1984, casi una década después de que se levantara el barrio, a finales de los años 70. Sin embargo no fue hasta el año 2011 cuando comenzó por fin a construirse. El plazo de ejecución eran doce meses pero han pasado ocho años y hasta ahora no han concluido del todo los trabajos.

Ocho meses después de que la primera empresa adjudicataria comenzara la actuación se vio obligada a suspenderla por problemas económicos. La obra estuvo parada cuatro años. Se volvió a adjudicar a otra constructora, pero entró en concurso de acreedores. Dejó la ejecución casi terminada (al 98%), a falta de introducir las acometidas de electricidad. Pero la luz no ha llegado hasta ahora, cuatro años después de que la obra sufriera el segundo parón.

Así, tras solucionar los problemas de las conexiones de luz y las goteras que presentaba el edificio, que ya empezaba a estar abandonado, será inaugurado el próximo martes. Aunque esta no será la primera vez que se estrene la sede, ya que hace justo un año el barrio pudo celebrar allí las tradicionales migas de Navidad. La actividad reunió a un millar de personas. Y es que su construcción es muy esperada en el barrio.

La sede llevará el nombre del presidente del colectivo vecinal, Raimundo Medina, la persona que más ha luchado porque el barrio disponga de una infraestructura de estas características. Es además una persona muy conocida en la ciudad, organizador de la San Silvestre, líder de UGT en el sector de la hostelería y fue presidente de la Agrupación Vecinal.

Fue él quien consiguió que el ayuntamiento ofreciera un terreno para este edificio, siendo entonces alcalde Carlos Sánchez Polo. Pero antes se necesitaba que la Junta revirtiera ese solar al consistorio. En el año 2004 Raimundo Medina remitió una carta al entonces presidente regional, Juan Carlos Rodríguez Ibarra, para pedirle que agilizara ese trámite, pero el proceso se dilató. Hubo gestiones por parte del gobierno de José María Saponi, que resultaron infructuosas, y no fue hasta el mandato de Carmen Heras cuando los vecinos recuperaron el terreno. Comenzó el movimiento de tierras siendo concejal de Obras Miguel López (PSOE). Y en 2011, ya con Elena Nevado en la alcaldía, se colocó la primera piedra. Finalmente será el actual alcalde, Luis Salaya, quien la inaugure. Si hasta el martes no hay nada que lo impida.