Una persona llana, humilde, que disfrutaba con las simplezas de la vida. Pero a la vez un genio, profesional de la música y de las teclas del piano. El pacense nacido en Orellana la Vieja, Esteban Sánchez Herrero, ha sido muy reconocido nacional e internacionalmente por su labor como intérprete. Lo demuestran los artículos periodísticos que dejaron los mejores críticos musicales del siglo XX y las grabaciones que se llevaron a cabo en su vida y después de su muerte. Ganó, entre otros, los premios del Círculo de Bellas Artes y el premio fin de carrera del Real Conservatorio de Música y Declamación de Madrid. Además, Esteban Sánchez fue dirigido por los mejores maestros como Iturbi, Ros Marbá o Enrique García Asensio. Y mantuvo una relación muy especial con Pierino Gamba. Un verdadero genio alabado y admirado por los amantes de la música.

Sin embargo, esta región aún está en deuda con él. Ahora el profesor superior del conservatorio de Plasencia y subdirector de la Banda Sinfónica de la Diputación de Cáceres, Antonio Luis Suárez, ha realizado la primera tesis sobre este artista, dirigida por la doctora Pilar Barrios y premiada con la catalogación de cum laude . "Es una tesis que sale a través de la interpretación de sus obras compositivas. He tenido que tocar todas sus composiciones para después entenderlas. Es lo que se llama análisis performativo", explicó el autor de la misma.

Amistad

Que Antonio Luis Suárez haya elegido a Esteban Sánchez para realizar su investigación no ha sido casualidad. Sánchez fue su profesor durante seis años, y a ambos les unía una estrecha relación de amistad. De hecho, Suárez le esperaba en el coche cuando el compositor falleció tras sufrir un infarto. "Tenía una vasta cultura y supo inculcarnos que la música es muy seria, que esto es mucho más que tocar las teclas del piano. Hay que perseguir el sonido", dice Antonio Luis Suárez recordando alguna de sus clases magistrales. "Decía que el estudio era importante porque había más pianistas que personas. Su única palabra y metodología era poner el dedo en la tecla de su piano", añade.