'¿No me esperabas, lector? Pues ya me tienes aquí. Te doy palabra de honor que quiero ser para ti siempre tu amigo más fiel' . Con estas palabras se presentó El PERIODICO EXTREMADURA ante la sociedad cacereña en su primer número, el 1 de abril de 1923. Corrían los años veinte y aquel Cáceres de apenas 20.000 habitantes, con sus incipientes chalets pseudomodernistas que ya jalonaban Cánovas, se asomaba al progreso. El nuevo rotativo compartía ciudad con otros diarios como El Adarve o El Noticiero, pero nació con vocación regional y sobrevivió hasta convertirse en el decano de la prensa extremeña. Esta primavera ha cumplido 90 años.

Ser testigo de la actualidad y estar al servicio de la sociedad extremeña han sido las señas de identidad que siempre ha mantenido el diario, que ha reído y llorado con las alegrías y los infortunios de la región y sus gentes. No faltó a su cita ni siquiera en la dramática situación de 1936, cuando desde estas páginas se anunció al mundo la designación de Franco como Caudillo en el palacio de los Golfines de Arriba. Y así, durante décadas, el periódico fue altavoz del comienzo del Plan Badajoz, de la visita a la región del entonces príncipe Juan Carlos I, de la llegada del hombre a la Luna, o del nacimiento de la universidad extremeña en 1973.

De su primer hogar, el Palacio de la Generala, el rotativo saltó a su moderna sede de La Madrila en 1973 para auparse al progreso y a las nuevas tecnologías. Llegaron los difíciles años de la Transición y el EXTREMADURA informó puntualmente sin faltar jamás a sus lectores. La propia región evolucionó y el rotativo recogió al detalle la constitución del estado preautonómico (1978), la visita del Papa Juan Pablo II (1982), el nombramiento de Juan Carlos Rodríguez Ibarra como primer presidente autonómico de Extremadura (1983), la declaración de Cáceres como Ciudad Patrimonio de la Humanidad (1986) o el ascenso, por primera vez, de equipos de fútbol extremeños --Mérida y Extremadura-- a las máximas categorías, al igual que el equipo cacereño de baloncesto, que paseó el nombre de la ciudad por Europa.

El periódico también evolucionó con los tiempos. El apoyo del Grupo Zeta a su cabecera regional en Extremadura quedó patente a principios de 1999 con la inauguración, en la céntrica calle Doctor Marañón de Cáceres, de una moderna sede central en la que se localizan la redacción y el resto de los servicios centrales del diario.