El Bombo de la Música del paseo de Cánovas existe desde el siglo XIX. Según la publicación ‘Cartografía y paisaje urbano de Cáceres’ del archivo histórico municipal estas edificaciones se construyeron como medio de entretenimiento para los traúntes domingueros. Para ellos se levantó el Quiosco de la Música. El primero del que existen datos cuenta con una plataforma de fábrica y barandilla, pero destechado. En 1910 el Bombo de Cánovas sufrió una renovación e incorporó una cubierta de madera. A su alrededor se fueron levantando posteriormente otros quioscos de prensa y bebidas.

El proyecto más cuidado arquitectónicamente de este espacio fue el que elaboró José María Morcillo en 1927, por encargo del industrial que mantenía arrendado el servicio de refrescos en el paseo de Cánovas. Este proyecto es el que más se asemeja a lo que es actualmente el Bombo o el Kiosco Colón. En el pliego de condiciones de 1927 se solicitaba una construcción que reuniera simultáneamente las funciones de ofrecer el sitio adecuado a las bandas de música para llevar a cabo conciertos, la instalación de un café-bar y un centro de servicio de mesas que se tenían que colocar en el paseo.

El Bombo ha sufrido más modificaciones a lo largo de la historia. En los años 40 tuvo que ser reformado después de que quedara devastado por un huracán que tuvo lugar en 1941. Así en 1942 se rehabilitó con un proyecto de Ángel Pérez, que instaló una armadura de cubierta, rematada por el símbolo del escudo del yugo y las flechas, que posteriormente fue eliminado. Volvió de nuevo a sufrir una nueva reforma en 1999, cuando fue ampliado por un proyecto desarrollado por los arquitectos Diego Ariza y José González Athané.