Las tasas que el ayuntamiento cobra a viviendas e industrias por la recogida de basuras, limpieza de calles y alcantarillado financian la prestación del servicio por la empresa concesionaria. Las tarifas se modifican periódicamente para adaptarlas al precio del servicio (lo que paga el ayuntamiento a la empresa). La subida del 2001 es lo que se ha anulado.

Un hogar cacereño medio paga al año por este concepto (incluido en el recibo del agua) unos 75 euros, aunque depende de lo que consuma, ya que la tasa está compuesta por una cuota fija y una variable sujeta al consumo. La variación que experimenta cada año es mínima. Para los hogares apenas es apreciable. La última subida que se aprobó, por ejemplo, no superaba los 35 céntimos al bimestre. Sí es más apreciable en industrias, comercios o bares, donde esa variación puede suponer entre 3 y 10 euros de incremento.