Le he puesto el don delante, pero creo no confundirme si digo que no le gustaría. Y si por él fuera lo borraría.

¿Conocéis a don Alberto Iniesta? (aunque sea de Albacete no confundir con don Andrés Iniesta, mucho más famoso que él, ¿a que algunos habéis pensado en el '6' de España?), aquellos interesados en la historia de la Iglesia en los años 70 y 80 lo conocerán. Sin duda.

En la mañana del 3 de enero moría en su habitación de la Casa Sacerdotal de Albacete, justo un día antes de cumplir 93 años. Descansa ya en la capilla de Nuestra Señora del Buen Consejo de Madrid, a unos pocos metros de donde están también los restos de su amigo el cardenal Tarancón.

Alberto Iniesta fue un obispo que se creyó la doctrina de Concilio Vaticano II sobre lo que tenía que ser la Iglesia. Esta debería compartir los gozos y las tristezas de los hombres, pero estando cerca de ellos, al lado. Como obispo auxiliar de Madrid, desarrolló su labor episcopal en el barrio de Vallecas; su casa. Allí se encarnó con los más pobres. Hace poco le comentaba a un amigo: "No recuerdo bien lo que es oler a oveja, pero sí te puedo decir que yo huelo a Vallecas. No sé si con eso vale..."

Su trabajo al lado del cardenal Tarancón para garantizar las libertades en nuestro país ha sido también reconocido. De ahí la presencia de algunos políticos en su funeral.

Unos lo quieren recordar como el obispo que luchó por la libertad y la democracia, otros dirán que para eso no se hubiera hecho obispo. Como si fuera decisión de uno y no de la Iglesia que te escoge. Sus amigos dicen "que es el modelo de pastor que Francisco busca para poner al servicio de los diócesis de los cinco continentes".