El cementerio estará abierto, de forma ininterrumpida, de nueve de la mañana a ocho de la tarde hasta el 10 de noviembre.

Las misas se oficiarán en la explanada y capilla del cementerio y serán oficiadas por párrocos de San Blas.

La policía local ha señalizado los accesos al camposanto para evitar molestias a los usuarios.

Los servicios de autobús también se verán reforzados.

El año pasado más de 10.000 personas pasaron por el cementerio. En esta ocasión, si el tiempo lo permite y coincidiendo con el puente festivo, se prevé una mayor afluencia, especialmente de sábado a martes, días en que se aplicará el dispositivo.