Responsables municipales se reunieron ayer con los hortelanos de la Ribera del Marco afectados por las obras del colector que discurrirá entre la carretera de Trujillo y la estación depuradora de aguas residuales.

A la convocatoria asistieron un grupo de alrededor de 30 vecinos que, según dijo el portavoz municipal Andrés Nevado, "se portaron estupendamente". El encuentro responde a la petición realizada por los afectados el pasado miércoles, con los que el alcalde se comprometió a reunirse tras recabar información.

Nevado aseguró que la construcción del colector no responde al "capricho del ayuntamiento ni es tampoco una decisión unilateral", ya que la normativa europea obliga a que todas las aguas estén depuradas y vertidas a los arroyos y los embalses.

En este sentido, agregó que la construcción del emisario es una "necesidad de la ciudad" cuyo coste superara los 700 millones de pesetas (4,2 millones de euros). Nevado indicó que el acuerdo alcanzado con los vecinos contemplaba que el colector tenía que pasar por sus propiedades "como servidumbre de paso por el que los hortelanos siguen siendo titulares de esos terrenos y que el ayuntamiento puede reparar".

El portavoz municipal negó los rumores "infundados" de que se vaya a hacer un paseo: "Los vecinos han quedado tranquilos y satisfechos. Se hará lo que se firmó". Las obras concluirán en dos meses.