Mejorar el tratamiento de arritmias, afectaciones coronarias o enfermedades arteriales de las piernas y la carótida, dotar de un equipo de vanguardia al complejo hospitalario cacereño y ampliar la cartera de servicios. Y todo eso con un sistema de navegación que permite a los médicos ver en tres dimensiones el corazón en el que están interviniendo. Son las principales novedades de la unidad de cardiología intervencionista y terapéutica endovascular --una de las áreas de Cardiología-- que se puso en funcionamiento en el Hospital San Pedro de Alcántara hace un año y que se ha mejorado en los últimos dos meses con la imagen en 3D.

"Supone mejorar la atención en este área y evitar derivar pacientes a los hospitales de Badajoz, Madrid o Salamanca, incluso para pruebas diagnósticas", señaló a este diario el doctor Javier Fernández Portales, al frente de esta unidad situada en la segunda planta del Hospital San Pedro de Alcántara. Además, hasta ese momento el hospital contaba con una única sala --la actual es multidisciplinar-- en la que tratar los infartos de miocardio. "El hospital se ha dotado ahora para las necesidades que tiene", aseveró.

El equipamiento de la sala adquirido por el SES cuesta más de un millón de euros. A él se une el sistema de navegación electromagnética llamada Carto , que es el que permite a los médicos ver en tres dimensiones la imagen del corazón en el que están actuando. Este equipo ha sido cedido por la casa que lo dasarrolla, Biosense Webster, por la contribución que se ha hecho desde la línea de investigación que desarrolla, entre otros, el doctor Fernández Portales en el Centro de Cirugía de Mínima Invasión Jesús Usón, destinada a implementar ese sistema de cartografía en tres dimensiones. "Lo que ahora podemos hacer era ciencia ficción hace 15 años", asevera.

EL FUTURO "Este navegador nos permite hacer un dibujo exacto de la anatomía cardiaca y volver a cada punto con una gran precisión", señala Fernández Portales, que añade que eso "da gran fiabilidad al procedimiento y ha abierto la ventana a actuaciones que eran impensables hace 10 años, lo que nos obligaba también a derivar pacientes a otros centros hospitalarios".

Además de la garantía que proporciona a los tratamientos, puesto que mejora la localización de la zona afectada, otra de las ventajas del sistema que se ha empezado a usar aquí hace un mes es que permite evitar la radicación (y sus efectos adversos) ya que la imagen se obtiene mediante un sistema electromagnético.

"No solo veo la anatomía cardiaca, sino también la punta del catéter que estamos utilizando con el paciente", señala el doctor.

El procedimiento permite evitar además otras alternativas menos seguras. "Si no existiera este procedimiento, la alternativa para el paciente que hemos intervenido hoy sería un dispositivo que cuesta más de 20.000 euros, que es un desfibrilador, para que cada vez que tuviera una taquicardia recibiera una descarga", explica Fernández Portales. "Y ese procedimiento no se habría hecho porque las posibilidades de supervivencia habrían sido muy bajas", asegura. Con la combinación de esta técnica mínimamente invasiva (porque solo se hace una pequeña incisión a la altura femoral para introducir el catéter) y la visualización en tres dimensiones se puede provocar la taquicardia de forma controlada para ver cuál es la zona del corazón dañada y aislarla con pequeños impulsos eléctricos. "El paciente podrá recibir el alta probablemente en 24 horas", afirmó el experto.