Tiene una capacidad de procesamiento diaria de hasta 2.400 pruebas PCR (el test más fiable para detectar si la persona ha estado en contacto con el covid-19). Se llegaría a ese máximo si funcionara durante las 24 horas. Es un recurso más para la lucha contra la pandemia y ya está en Cáceres. El hospital San Pedro de Alcántara (el centro sanitario de referencia en esta pandemia) recibió ayer el robot capaz de multiplicar las PCR y descartar (o no) nuevos posibles casos de coronavirus. La idea es que esté unos días en fase de prueba y que la semana que viene empiece a funcionar con normalidad.

Desde la Consejería de Sanidad y Servicios Sociales de la Junta de Extremadura informaron ayer de que ya se ha había recibido este dispositivo, el segundo que llega a la comunidad autónoma. El primero aterrizó la semana pasada en el hospital Universitario de Badajoz.

Entre ambos robots se espera alcanzar las 5.000 PCR diarias en la región; es el tope máximo si fuera necesario. Significaría que, en teoría, en los próximos 10 meses podría estar testada toda la población extremeña. Pero no será necesario.

OTRA FUNCIÓN DESPUÉS

«Si algún día este problema sanitario desaparece, tendrá utilidad para cualquier otro tipo de análisis de laboratorio», asegura el extremeño Ismael Clemente, consejero delegado del grupo inmobiliario Merlin Properties, e impulsor de este recurso hospitalario que será clave en las próximas fases de la desescalada por si hubiera amago de rebrote.

Clemente recuerda que en los hospitales donde estos robots están implantados ya han alcanzado su velocidad de operación de 2.400 pruebas diarias. Estas estaciones son capaces de realizar 100 pruebas cada hora.

Una potente iniciativa del extremeño Ismael Clemente

Tanto la donación que llegó la semana pasada al hospital Universitario de Badajoz como la que aterrizó ayer en el San Pedro de Alcántara de Cáceres forman parte de una iniciativa privada que inicialmente pusieron en marcha cinco profesionales de distintos ámbitos que, buscando financiación, consiguieron la implicación inmediata del extremeño Ismael Clemente, consejero delegado del grupo inmobiliario Merlin Properties, con cuyo dinero, el otros directivos y también de empleados, compraron los cuatro primeros robots, que llegaron el 3 de abril y se destinaron a dos hospitales de Madrid y otros dos de Barcelona.

El proyecto, denominado Covidrobots, creció porque se sumaron más empresas, donantes anónimos y fundaciones que han creado un fondo conjunto de apoyo a la iniciativa, para la compra, instalación, soporte y mantenimiento de otras 13 estaciones robotizadas, entre las que están las de los hospitales de Badajoz y Cáceres.

Para el transporte aéreo desde China, ha sido fundamental la logística del grupo Inditex, de Amancio Ortega.

AUTOAPRENDIZAJE

Es un robot de arquitectura abierta, con un software, denominado Python, que permite una especie de autoaprendizaje, de manera que un hospital puede compartir lo que ha programado con el resto de centros sanitarios, permitiendo por tanto intercambio de las mejoras que haya introducido.

A medida que se van disponiendo de reactivos suficientes, el robot los procesa a mucha más velocidad «porque no tiene ninguna consideración por su propia seguridad, a diferencia del personal sanitario», explica Clemente.