La plantilla y las instalaciones del hospital San Pedro de Alcántara ya se han preparado para comenzar a ofrecer menús a la carta a los enfermos. Desde este mes, las personas ingresadas en el complejo hospitalario recibirán cada mañana una tarjeta con tres platos distintos para la comida y otros tantos para la cena, y simplemente tendrán que poner una ´x´ sobre el que más les apetezca. El proyecto, que lógicamente tiene en cuenta las distintas exigencias nutricionales de cada patología, lleva más de un año gestándose y no requerirá un gasto excesivo, salvo algunas modificaciones en el menaje y el emplatado, y una rigurosa coordinación del personal dependiente de cocina.

Precisamente, tales ajustes han hecho necesario demorar la puesta en marcha de los menús, prevista para junio. "Está todo listo y, salvo algún contratiempo, la intención del hospital es comenzar ya mismo, en octubre", explican fuentes del Servicio Extremeño de Salud.

La nueva prestación se encuadra en el plan de humanización de la sanidad, que pretende dulcificar en lo posible las estancias hospitalarias. Por ello, la cocina cada vez adquiere una mayor importancia hasta convertirse en un elemento clave en el funcionamiento diario del hospital y en el tratamiento del paciente, que tiene muchas más garantías de recuperación con una buena nutrición. Conscientes de esto, los responsables del complejo llevaron a cabo una experiencia de comidas a la carta en una planta con buenos resultados. Dietistas y endocrinos han diseñado los menús, que comenzarán a repartirse en unos días.

La tarea no es fácil. El hospital tendrá que preparar cada jornada tres primeros platos y tres segundos para la comida, además de otros tantos para la cena. Los postres también se darán a elegir. El trabajo por tanto no faltará en las cocinas del complejo cacereño, donde cada día se sirven de promedio 370 raciones. De ellas, alrededor de 150 son ordinarias, iguales para todos los pacientes, mientras que el resto, es decir, la mayoría, están adaptadas a las distintas enfermedades o son personalizadas, prescritas por los especialistas como si se tratase de un medicamento. Los niños también tienen menús diferenciados, en los que se introducen todos los alimentos necesarios de una forma más original y atractiva. En definitiva, el personal ya viene preparando unos quince menús distintos a diario, que ahora se ampliarán sustancialmente.

De hecho, la cocina del nuevo hospital cacereño en construcción tendrá aparatos de tecnología muy avanzada, que los responsables comparan casi con un quirófano. Las condiciones de seguridad e higiene ya son muy similares. El personal que trabaja en estas dependencias es sometido a controles estrictos y análisis periódicos, y las condiciones de los alimentos se encuentran bajo una supervisión continua.