En pleno mes de agosto hasta la ciudad de Cáceres se va de vacaciones, o al menos es la impresión que da cuando vemos aparcamientos libres en pleno centro y las calles están completamente vacías. Ante este panorama, el sector hostelero cacereño tiene que tirar de imaginación, creatividad y buenos precios para atraer al público. Y si encima disponen de terrazas, la supervivencia está un poco más asegurada.

Los propietarios de varios establecimientos consultados por EL PERIODICO sostienen que se nota mucho la bajada de clientes, pero que es "lo normal" en estas fechas y que tan sólo esperan a que el tiempo pase. Durante los meses estivales son muchos los ciudadanos que se marchan por unos días a otras ciudades, lo que se traduce en un fuerte descenso en el consumo que afecta a los empresarios locales.

Mientras dura la espera, una posible solución para paliar esta situación pasa por ofrecer productos más veraniegos, como las ensaladas, los granizados, los sorbetes o los helados y, al fin y al cabo, un tipo de comida más apropiada para cuando aprieta el calor. De esta forma, bares, cafeterías y restaurantes apuestan por incluir nuevas ofertas en sus cartas que llamen la atención de sus clientes potenciales. Prueba de ello son los establecimientos El Gran Café y La Pecera, quienes proponen granizados y brochetas de frutas, respectivamente. Otra de las medidas que se viene utilizando, como consecuencia de la crisis, es la bajada de los precios de venta al público. De hecho, los empresarios del sector consideran que hoy en día salir a tomar algo no resulta caro y está al alcance de los bolsillos.

Los hosteleros consultados aseguran que el consumo no sube y que atrás quedaron épo-