Comienzo desigual de la Semana Santa para los hosteleros cacereños. Los propietarios de establecimientos de restauración próximos a las zonas de paso de las procesiones lamentaron ayer «descontrol» en la aplicación del dispositivo de seguridad diseñado por el ayuntamiento. Según la norma que presentó hace una semana el concejal de Seguridad Ciudadana, Rafael Mateos, los dueños de los locales podían este año mantener las terrazas hasta una hora antes del paso de las cofradías, no obstante, los propios hosteleros criticaron que la norma no se aplica de forma igualitaria para todos.

La diferencia es que el año pasado se tenían que quitar desde la hora en la que la procesión estaba en la calle. El propósito del cambio, según el Mateos, es evitar molestias y beneficiar al turismo en la época de mayor afluencia. El dispositivo que recoge la retirada de los veladores se puso en marcha desde el sábado 24 de marzo, pero fue el domingo cuando se materializó en mayor medida ya que las cuatro cofradías que tenían prevista su salida habían diseñado su recorrido por las zonas de Pintores, Gran Vía, San Juan y concluyeron todas en la plaza Mayor -cada una a su hora- con la particularidad de que este año el Domingo de Ramos sumó una salida procesional más a las habituales con la Humildad, uno de los recorridos más extensos desde el Vivero hasta la zona monumental.

Empresarios como Jorge Gómez, propietario de Lizarrán, ubicado en la confluencia de Moret con Pintores, se queja de que la policía local le obligó a retirar las mesas exteriores «antes» de lo estipulado por la norma este año. Expresó su «cabreo» y lamentó que esta situación se repitió de manera «desigual» en los negocios anexos. «O todos, o ninguno», concluyó. Gómez puso de manifiesto también que intentó contactar con fuentes de la Policía Local para expresar su malestar, pero no pudo localizar a ningún efectivo. Ayer lunes, la plaza lucía por la mañana todos sus veladores al completo y los hosteleros coincidían en acatar la orden. «Si hay una ley, hay que cumplirla, cien euros más o menos no nos salvan de nada, si molestamos, las quitamos», pone de manifiesto el responsable del asador Carlos V.

No hay debate en que tengan que cumplir la norma pero reclaman «coordinación». De momento no le ha afectado, pero lo hará cuando las cofradías desfilen por General Ezponda, esquina en la que Emilio Rey tiene ubicado su negocio El Pato. Lamenta «falta de coordinación». «Entiendo que debe haber unas reuniones para organizarnos con tiempo y tengamos capacidad de reacción, no una hora antes, nosotros también formamos parte de la Semana Santa. El dispositivo contempla que 150 agentes de Policía Local patrullen la ciudad y asistan en 600 servicios, contarán con el apoyo de Policía Nacional y 30 voluntarios de DYA.

100 % OCUPACIÓN HOTELERA / Por otro lado, la capital cacereña mantiene las previsiones «optimistas» y colgará esta semana el cartel de completo en sus plazas hoteleras durante la Semana Santa. La alcaldesa, Elena Nevado, aplaudió la noticia y apuntó que «basta salir a la calle para ver Cáceres está lleno una vez más», cuyo cartel luce la vitola de Fiesta de Interés Turístico Internacional, la única de Extremadura.

La regidora municipal destacó que el año pasado y durante 2016, la capital cacereña registró en Semana Santa la llegada de hasta 80.000 visitantes, más de un 10% que en 2014 que se contabilizaron 57.827 turistas. «Es una de las épocas más importantes desde el punto de vista turísitico y esperemos que el tiempo nos acompañe», apuntó. Cabe destacar que uno de los puntos álgidos de la Pasión cacereña llegará la medianoche del miércoles santo cuando la Hermandad del Cristo Negro salga en procesión por el casco histórico, en un cortejo fúnebre que ha llegado a congregar a 15.000 personas expectantes en la zona monumental.