Los hosteleros de La Madrila, la plaza Mayor y los gerentes de las tres discotecas de la ciudad mostraron ayer su satisfacción por la gestión realizada por el ayuntamiento. Los hosteleros se oponían al desorden horario que la carpa hubiese generado. Amparados en la normativa de la Junta que rige los espectáculos al aire libre, los bares defienden que las fiestas del hípico deben terminar a las dos. No obstante, insistieron en que la instalación de cualquier caseta de estas características debería contar con un concurso público para que todos los hosteleros tuvieran la misma oportunidad.